Monsieur Chocolat

Crítica de Marianela Santillán - Proyector Fantasma

Fama agridulce
Monsieur Chocolat, film dirigido por Roschdy Zem, además de ser un relato sobre la discriminación dentro del mundo del espectáculo, es una biopic sobre Rafael Padilla (aquí interpretado por el genial Omar Sy), payaso de ascendencia afro-cubana que actúo en circos de París a principios del siglo XX.

Tal como el relato cinematográfico exhibe, Padilla -cuyo nombre artístico fuera Chocolat- realizó actuaciones de pantomima, y luego conoció a quien sería su socio por veinte años, el payaso George Foottit (James Thierrée) junto al que estableció el modelo cómico del dúo de payasos, uno sofisticado y uno más bien tonto o grotesco.

En el film se relata como, a partir del éxito del circo como espectáculo, el artista circense Foottit debe buscar algo innovador para su acto cómico, para así mantener la atención del público. A partir de eso, al conocer a Chocolat, que hasta ese momento realiza un acto en solitario, con la sola compañía de un mono, Foottit le propone una sociedad. Sin embargo, no todo fue genial, ya que Chocolat, en su camino a la fama, resultó víctima de racismo y discriminación, además de padecer innumerables humillaciones tanto sobre como fuera del escenario – cabe recordarse que en uno de sus sketchs, Chocolat era golpeado y burlado por Foottit, para regocijo de las más privilegiadas clases que observaban el espectáculo-.

Por otro lado, Monsieur Chocolat, además de mostrar el ascenso del payaso, exhibe el recorrido y transformación de esclavo a artista en el marco de la Belle Epoque, y de las tentaciones que este cambio trajo consigo, tales como alcohol, drogas y apuestas.

En cuanto a los aspectos técnicos, el film es visualmente impactante ya que su puesta en escena y dirección de arte es magnífica. La dupla cómica protagónica (Sy-Thierrée) funciona a la perfección, generando empatía y credibilidad para con el espectador. El único aspecto negativo de este film, recae en el reiterativo guión, que apunta a la bajada de línea constante, en relación a la segregación y racismo, tanto en el circo, como en la sociedad en general y Francia en particular.

En síntesis, Monsieur Chocolat resulta una historia, que con recursos de la comedia, brinda un relato melancólico y altamente emotivo que invita a reflexionar sobre el racismo en el mundo de la fama y el espectáculo, dentro de una sociedad desbordada de cinismo.