Monsieur Chocolat

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

Monsieur Chocolat: de la esclavitud a la fama

Con un alias que caricaturizaba su color de piel, Chocolat era un esclavo que llegó a ser uno de los "divertimentos" preferidos de la alta sociedad parisina de fines del siglo XIX. Su historia se convierte aquí en un film emotivo y enternecedor.

La trama comienza cuando, en un modesto circo ambulante, ese hombre, en compañía del payaso que ve amenazado su futuro al no contar con el aplauso del público, se convierte en su socio obligado. Tal es su éxito que ambos son contratados para actuar en el Nouveau Cirque de París y en cada función, Chocolat (gran labor de Omar Sy) recibe bofetadas y puntapiés de su compañero, y muy pronto ambos se convertirán en una gran atracción de toda la ciudad, aunque es Chocolat quien llevará las de ganar en esos encuentros en el que él se siente humillado, aunque su fama va alcanzando una cima que no creía hasta entonces posible. Tal fue el suceso de Chocolat, que los hermanos Lumière lo eligieron para que participase en sus primeras películas. Él creía que el circo ya le estaba quedando chico y aspiraba a actuar en teatro.

El director Roschdy Zem logró, sobre esta base, construir una historia que habla de la fama, del dinero, de la amistad y del racismo a partir de un personaje que experimentó una profunda e intrigante transformación.