Mommy

Crítica de Martina Putruele - ARG Noticias

"Mommy", y el límite de la desesperación

Xavier Dolan tiene 25 años, y ya tiene cinco largometrajes bajo el brazo. L'enfant terrible canadiense, hipster hasta la médula –aunque como buen hipster, lo negará hasta su muerte-Dolan es un caso excepcional de cineasta brillante, que logra atrapar a una juventud sedienta de historias profundas y personajes con varias capas, y hasta al más elitista crítico de cine.

Los deseos de sus sujetos siempre en primer plano, con la sexualidad y la ira a flor de piel, Dolan logra nuevamente un filme impresionante con Mommy, su quinto largo que se llevó el premio del jurado en el Festival de Cannes y que llega a Argentina haciéndose esperar.

Una madre soltera enviudada (Anne Dorval) decide criar sola y sin ayuda a su violento hijo adolescente con ADD (Antoine-Olivier Pilon), y, luego de llantos, gritos y desconsuelo, encuentra la paz gracias al auxilio de su vecina de enfrente (Suzanne Clément). Y éste es un trío para la historia. Trabajan perfectamente en una especie de armonía disonante, llena de tensiones, pero en perfecto unísono.

Mommy es una opereta, y quizás una de las más acertadas en la ya vasta experiencia cinematográfica de este virtuoso joven director –a quien no se lo puede acusar de haber realizado nunca hasta el momento algo menos que "brillante". Dolan entiende las relaciones humanas, y entiende los potentes vínculos entre las personas que llevan a acciones que uno en principio quizás vería como inesperadas o confusas.

Pero por sobre todo, Mommy es, obviamente, una película sobre los obsesivos lazos entre madre e hijo, y la relación codependiente entre dos personas con perturbaciones diferentes pero que terminan por definirlos.

Mommy es una película imperdible, que explora lo más hondo de la substancia del ser humano, y las complicaciones de las disfuncionalidades, y cómo las relaciones en apariencia irreparables pueden esconder más de lo que parece. ¿Final feliz? Los que conocen las películas de Dolan podrán adivinar la respuesta, y los que todavía no entraron en su atormentado universo, pronto lo averiguarán.