Mommy

Crítica de Daniel Castelo - Infonews

Acaba de editarse el último trabajo hasta la fecha del nuevo enfant terrible del cine, de quien podría decirse que es dueño de una filmografía que sigue marcando la cancha posmoderna del cine del siglo XXI.
El canadiense Xavier Dolan, de 26 años, ya lleva cinco largometrajes como director y va por el sexto en filmación, sobre la ola de una obra recorrida por un hilo conceptual: el de la familia como purgatorio, cuando no como infierno en la tierra.
Mommy habla de madres e hijos, pero con una vuelta de tuerca en relación a su gran ópera prima Yo maté a mi madre. Aquí, el hijo-víctima de aquella da vuelta los papeles y parece encarnar la venganza del párvulo ante el desmadre, el grito de guerra anárquico y terminal.
Y lo hace fuerte, rompiendo vidrios, esquemas y lazos, hasta el punto de poner en evidencia aquello de que con amar no alcanza, o que, al fin de cuentas, lo que hay que hacer es saber amar.
La madre que compone la actriz fetiche de Dolan, la enorme Anne Dorval, es la contracara de la que jugó en Yo maté... Es fácil entrar en calor con su sexualidad explícita, quererla por su bruta inocencia, odiarla, despreciarla y tenerle profunda pena por el desmanejo de todo lo que la rodea. Y todo eso, a lo largo de dos horas en las que su hijo la sacude hasta la exasperación.