Mocha

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

El Bachillerato Popular Travesti – Trans Mocha Celis, ubicado en el barrio porteño de Chacarita, a metros de la estación Lacroze, es el primer colegio secundario en el mundo crítico de las desigualdades de género, que está orientado, aunque no de forma excluyente, a personas trans, travestis y transexuales. Sus estudiantes adquirieron técnicas para el desarrollo de audiovisuales y comenzaron a trabajar sobre una película que devino en Mocha (2017).

Francisco Quiñones Cuartas, director del colegio Mocha Celis, y el periodista franco libanés Rayan Hindi son los encargados de dirigir esta obra colectiva cuyo guion surgió a partir de las inquietudes del propio alumnado, quienes también se representan a sí mismos sin la necesidad de ser parte de la subjectividad de otro. Elección que le brinda a la historia naturalidad y la aleja de la impostación.

La línea narrativa sigue por un lado el detrás de escena de una película de ficción que retrata a Mocha Celis, una travesti tucumana, analfabeta, que fue asesinada en los años 90 por la policía y cuyo nombre es el que identifica al colegio. La segunda línea funciona como un apéndice de la primera para narrar, desde quienes la conocieron, la vida de Mocha y a su vez el accionar del colectivo trans. Mientras que una tercera focaliza sobre la creación del bachillerato y el rol que cumple tanto a nivel educativo como social. Finalmente las tres líneas se fusionan en una, de manera dinámica y sin que resulte forzado, para narrar la experiencia personal de cada integrante del colectivo ya sea en el colegio, la calle o la vida en general, pero siempre enmarcada dentro de los tres ítems sobre los que bucea la historia.

En tiempos donde los derechos adquiridos son arrebatados, los colegios cerrados y la cultura ya no es parte de una política de estado, Mocha no solo es valiosa por lo que cuenta y como lo cuenta sino también por sus valores éticos e idelógicos.