Misión rescate

Crítica de María Laura Paz - El Espectador Avezado

“Esta es la voz de los marcianos…”, comenzaba así la serie de marionetas animadas que me encantaba en mi infancia, “El Capitán Escarlata”. Todavía nadie conoce la voz de los marcianos, ni a los marcianos mismos, si es que hay alguien allí. Entonces es que el legendario director Ridley Scott se propuso, tomando como base un best seller de un programador de computadoras, Andy Weir, hace que Matt Damon se convierta en el primer ser humano en obtener la ciudadanía del planeta rojo aunque tenga que arreglárselas como buen botánico e ingeniero mecánico que es su personaje Mark Watney.
“Es la historia de supervivencia por excelencia”, dirá Scott y la cosa funciona porque no se cargan las tintas sobre el drama, desde la música, el histrionismo de Damon y la química entre los actores, es que este filme funciona. “Me encantó el humor, no sólo de Watney, sino también de otros personajes”, comenta Damon. “El tono cómico nunca es superficial y complementa el drama intenso de la situación, que es algo que no se asocia con frecuencia al género de la ciencia ficción”. Esto último parece ser una constante en la mayoría de las películas de superhéroes donde no faltan los diálogos picantes y los guiños entre compañeros de equipo. La mejor prueba la tuvimos con “Ant-Man”. Creo que “Misión Rescate”, es algo así, para muchos de nosotros como la campaña lanzada en redes sociales, “Que vuelvan los lentos”, tiene que ver algo con la banda sonora, -que Watney no aguanta-, pero al espectador lo hará “mover la patita” con hits de Abba, Gloria Gaynor, Donna Summer, y otros. Muy oportunas, también, los momentos en las que fueron incluidas estas canciones. ‘Hot Stuff’, ‘Waterloo’ y ‘Sobreviviré’, son el botón de muestra. Es que las misiones a Marte se van haciendo en etapas que nuestro ritmo terrestre no comprende, primero se dejan materiales, se arma el lugar donde vivir y luego, llegan las personas, si es que todo sale bien.
Valió la pena el uso del 3D, y efectos especiales que están al servicio del filme y no al revés.
Con todo esto del descubrimiento de agua en Marte, asunto que el director ya sabía pero no podía revelar hasta que lo hiciera la NASA y la misión en la que algunos valientes se anotaron para un viaje de ida a Marte, pensé que era una movida para que el gobierno de EE.UU., o algún privado se apiadara de la Agencia Espacial tan alicaída con el fracaso del programa de transbordadores y problemas en la estación espacial internacional. Encargarle a un icónico realizador de epopeyas un gran institucional que conmoviera los bolsillos norteamericanos antes de que otros países, China, como mayor competidor, se encarguen de ¿colonizar? el universo, que después de la llegada del hombre a la Luna, sólo podría venir de occidente. No fue así, o al menos si es ficción, lo hicieron bien, eligiendo una novela on line en la que Weir, programador durante 25 años, cargaba nuevos capítulos cada seis u ocho semanas para una audiencia que crecía por el boca a boca, y terminó la historia en tres años, cuando puso el libro a la venta —por 99 centavos de dólar— en Amazon, y fue contactado por un representante, que a su vez lo enlazó con el estudio y el equipo de “Misión Rescate”
Otro personaje relevante y muy del universo de Ridley Scott (Alien, Blade Runner, Thelma y Louise y en tele, The Good Wife), es la mujer fuerte, la comandante Melissa Lewis, interpretada por Jessica Chastain, que no dudará, en parte por culpa, en parte porque quiere que su equipo vuelva completo, en hacer un motín a bordo viendo que desde la Tierra no creen que Watney, abandonado tras una tormenta por su equipo, pueda resistir el clima marciano además de la falta de alimentos, agua potable, energía y contacto humano.
Lo dramático del asunto se vuelve en una lucha positiva, la resiliencia para hacer una triangulación y que la historia alguien la pueda contar.
Muchas reminiscencias de aquél “Cosmos” de Carl Sagan que desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro de Pasadena, California, intentaba hacer contacto con inteligencia extraterrestre. Yo era su fan. Los científicos de esta unidad del programa espacial serán otro de los eslabones del equipo para el rescate.
Es interesante que si bien hay un personaje que está aislado en buena parte de la película, no lo parece: todos, en alguna manera estarán colaborando, los que lo creen posible, en la vuelta a la Tierra de 6 astronautas y no de cinco. Dentro de la tripulación, del Hermes, se encuentran Rick Martínez, que es interpretado por Michael Peña (alguien que está muy solicitado en estos últimos dos años) y con el que el personaje de Damon interactuará más por el lado del humor. La nerd del equipo, Beth Johanssen, será encarnada por la joven entrometida periodista de “House of Cards”, Kate Mara.
En la Tierra, desde el control que no sólo tendrá que calmar las aguas de los ingenieros de la misión, los que están en el espacio, la prensa y los funcionarios de gobiernos, el jefe de la NASA, Teddy Sanders, que le tocó en suerte a Jeff Daniels, un actor que ha entrado y salido de pantalla en “La Rosa Purpura del Cairo” o ha luchado con arañas en “Aracnofobia” y más recientemente, ha enfrentado todos sus temores y demonios como Will MacAvoy en “The Newsroom”.
El Orion, es una nave verdadera, que es otra pieza fundamental en el desarrollo de la trama. Cuando fue enviado a órbita, lo hizo con un tributo a Ridley Scott: el primer boceto que el director hizo de Mark Watney, en la portada del guión, con la declaración audaz del astronauta: “A este planeta le voy a exprimir toda la ciencia que aquí exista”.

Grande fue el esfuerzo de los artistas por las exigencias de la filmación. Uno de los puntos fue el peso de los cascos y trajes de superficie, la suma ascendía a 20 kilos, con el extra de tener que usarlos en la arena y luchar contra vientos que alcanzaban los cien kilómetros por hora en jornadas de hasta 10 horas de filmación.
No sé si a todos les gustan las historias de ciencia ficción. En esto voy a ser parcial porque tiene la mística del potencial de la especie humana cuando se enfoca en el valor de la vida, y en ver el futuro, con un esfuerzo innegable pero posible ante lo imposible. En palabras de Matt Damon sobre su personaje, “El Marciano”: “Representa más que una vida. Personifica los instintos pioneros de la humanidad y nuestra esperanza para el futuro. Ha sido un privilegio interpretar este personaje”.
No es el náufrago de Tom Hanks, ni la astronauta de “Gravedad”, tampoco la teniente “Ripley”, es una peli donde se tratan de remediar errores y de salvar todo tipo de vida (sino acuérdense de mí cuando vean la escena en la que crece el primer retoño de papa en suelo marciano).
Curiosidades: la misión Ares III no existe, sí la I, la IV y la V. La I y la V en honor a su antecesora misión la Saturno (fuente Wikipedia).