Mis huellas a casa

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Película para toda la familia, donde la protagonista, que es la que cuenta el relato, es una perra adorable, que sortea con éxito los peligros, que no se come ni a una ardilla ni a un conejo que persigue y se salva de no pocos problemas. Ninguna señal de alerta para los que no soportan las crueldades de animales. Suficientemente edulcorada como para ir directo al corazón y las emociones, sin ningún disimulo, con todos los clichés del género.  Es básicamente una perrita que recorre casi 644 kilómetros para regresar a su casa. Por una ordenanza de Denver sus dueños la llevan lejos, a la casa de unos familiares.  La perra, aunque bien tratada solo quiere regresar a su casa y emprende el viaje sola a través del estado de Colorado, donde vivirá muchas aventuras. Integrará una banda de perros callejeros pero con hogar, hará buenas migas con un puma (creado por CGI), enfrentara a unos lobos, sobrevivirá a una avalancha y siguen los obstáculos. Lo dicho, orientada para chicos del best seller de W. Bruce Cameron, adaptado por el y Cathryn Michon, con la dirección de Charles Martín Smith que dejó al delfín Winter por esta perrita.