Miragem

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Dirigida por Eryk Rocha y escrita junto a Fábio Andrade y Julia Ariani, llega a las pantallas de Cine.Ar TV y Play, Miragem, una coproducción entre Brasil, Francia y Argentina que sigue a un taxista durante sus noches de trabajo por las calles de Río de Janeiro.
“Por las noches las calles están más vacías y frescas”, dice Paulo sobre por qué prefiere ese turno para su trabajo como taxista. Un hombre que se percibe solitario y tranquilo.

A lo largo de la primera parte de la película nos sumergimos en el universo de nuestro protagonista que vive de noche en su taxi a través de las calles de Río de Janeiro. Mientras los pasajeros no tienen más que esa presencia, justamente, pasajera en sus vidas, está la radio haciéndole compañía y, también, terminando de reflejar una dura realidad. Todo se va poniendo más difícil para este hombre que trabaja por un hijo al que no puede ver, después de haberse separado, por no contar con los medios económicos necesarios.

La primera parte del film se centra en el deambular entre desconocidos. Personajes que entran y salen y no se repiten, como un grupo de muchachos irrespetuosos o una pareja argentina en crisis. Con uno de esos pasajeros que parecían volátiles, una enfermera que trabaja hasta tarde, empieza una relación y esto permite ahondar un poco más en su vida. A nivel narrativo, la película se toma su tiempo para ir desarrollando a su protagonista y su historia y la primera mitad casi puede parecer hasta reiterativa.

Lo más interesante, quizás, de Miragem radica en su universalidad. Las calles de Río de Janeiro, a esas horas, también podrían ser las de Buenos Aires. La rutina de una persona que ve y habla con cientos de rostros diferentes en un día y la mayoría quedarán olvidados.

Miragem parece ser una película sobre la soledad. Estar rodeado de personas todo el tiempo y estar solo, volver solo a tu casa y terminar en tu cuarto mirando la foto de la persona que extrañás a través de la pantalla de un celular. El taxi casi como un segundo hogar, el lugar donde se pasa la mayor parte del día, que cada vez parece más pequeño y asfixiante.

Fabricio Boliveira es el actor que da vida a Paulo y quien lleva adelante toda la película a través de su mirada y los primerísimos primeros planos. Inés Estévez y Luis Ziembrowski tendrán unos pocos minutos en pantalla dando vida a un matrimonio que se encuentra de viaje y acaba de entrar en crisis, pero la otra presencia a destacar será la de Barbara Colen (Bacurau) como la mujer que también entiende de trabajar en horarios fuera de lo normal y ver continuamente mucha gente pasar frente a ella.

Eryk Rocha retrata este mundo a través de hipnóticas imágenes y los sonidos que las acompañan. El tono es más bien melancólico y casi no hay momentos en los que veamos a Paulo contento o riendo. La música también sabe jugar su rol.

Miragem es el retrato de una ciudad de noche pero también de uno de sus habitantes. Porque la noche siempre pareció pertenecer a los solitarios. Una película bella, algo claustrofóbica que, cuando se aleja de la historia ficticia de Paulo y se enfoca en la urbe, se parece más a un documental.