Mío o de nadie

Crítica de Rodolfo Bella - La Capital

La suma de todos los arquetipos

La suma de todas los estereotipos se dan en “Mío o de nadie”, un título muy entrador y certero para esta película sobre una mujer despechada tras su divorcio y su locura posterior. La historia tiene antecedentes célebres, como “Atracción fatal”, y la interpretación de Katherine Heigl, una de las protagonistas -su personaje es Tessa, rubia, platinada, de modales perfectos- acentúa los rasgos de la mala de la película hasta llevarlos hasta el límite de la caricatura.

   Su ex marido David -alto, rubio, atlético, exitoso, “el príncipe azul” lo llaman en el filme, interpretado por Geoff Stults- se enamora y compromete con Julia, la heroína, a cargo de Rosario Dawson -morocha, impulsiva y con una pasado de violencia de género-. En el medio queda la hija del exmatrimonio a la que Tessa somete a tortura sicológica tal como se verá, lo padeció ella por parte de su madre, interpretada por Cheryl Ladd, ex “Los ángeles de Charlie”. Cuando Tessa se entera de los proyectos de boda entre David y Julia, y luego comprueba que su hija se está encariñando con la nueva novia, pierde los modales y deja salir el monstruo que siempre llevó adentro.