Minions

Crítica de Leonardo González - Río Negro

"Minions": amor amarillo

En casi todas las películas animadas -más allá de la trama y los protagonistas- siempre se trata de tener personajes secundarios atractivos, cuyas apariciones o intervenciones sean graciosas.

Los que más llegada tuvieron y enamoraron al público en los últimos años salieron de dos películas: "Madagascar" y "Mi Villano Favorito". En enero de este año, Skipper, Kowalski, Rico y Cabo estrenaron su propia película con "Los Pingüinos de Madagascar" , y ahora les llega el turno a los ayudantes de Gru, esos pequeños, ruidosos, adorables y queridos "chizitos" amarillos con "Minions".

El filme sigue la historia de los Minions, desde que eran organismos amarillos unicelulares y cómo fueron evolucionando a través de los tiempos.

Desde siempre, estas criaturas fueron buscando a los más despreciables y poderosos villanos que pisaran el planeta para servirlos. El T-Rex, Drácula, Napoleón, y muchos más han sido sus amos, pero por alguna u otra razón (básicamente, por su culpa) cada uno de ellos ha caído en desgraciada.

Ahora, sin tener a quién más servir, se refugian en la Antártida y construyen su propio hogar.

Pero, al cabo de un tiempo, caen en una profunda depresión porque se quedaron sin propósito en la vida.

La esperanza llega con una idea que se le ocurre a un minion llamado Kevin: ir a buscar un nuevo amo, al más malvado que pueda encontrar, y ofrecerle sus servicios. Con la ayuda de otros dos (el adolescente rebelde Stuart y el pequeño y cariñoso Bob), el trío se embarcará en esta aventura que los llevará hasta la mayor convención de villanos del mundo.

Allí conocerán a Scarlett Overkill (Sandra Bullock), la primera súper villana del mundo que está en busca de secuaces que la ayuden a robar las joyas de la reina de Inglaterra.

No cabe ninguna duda de que los minions son muy graciosos. Sólo con verlos causan risa, y causan más carcajadas cuando hablan en ese lenguaje ininteligible. La comicidad del film se basa en el "slapstick" -humor físico- que tanto los caracteriza, pero por otro lado también nos encontramos con chistes políticamente incorrectos, como por ejemplo los que hacen con la Reina, que sorprenden bastante.

El filme está situado en 1968, así que también se nutren bastante de ese período histórico para los gags. En "Mi Villano Favorito" y su secuela Pierre Coffin y Chris Renaud estaban detrás de cámaras. Renaud, que ahora oficia de productor, le deja su lugar a Kyle Balda, otro realizador con experiencia en películas animadas. No caben dudas de que Coffin conoce muchísimo a los personajes y sabe cómo sacarles el jugo para hacer reír a la audiencia. Astutamente, los tres protagonistas son parecidos o tienen cualidades que recuerdan a Margo, Agnes y Edith, las hijas de Gru. Un guiño sutil. Y hablando del villano, hace una aparición junto a su madre y el Dr. Nefario.

Si llevan a sus hijos a ver la película, en la versión doblada Thalía y Ricky Martin ponen sus voces para Scarlett Overkill y su esposo inventor Herb.

Por si se lo preguntaron alguna vez, hay 899 minions y el director Pierre Coffin es quien hace sus voces. Ah, quédense hasta el final de los créditos que hay una sorpresa musical.

No lo duden ni un minuto: busquen hijos, sobrinos o vecinitos pequeños y úsenlos como excusa para llevarlos a ver esta película porque la van a pasar muy bien.

Una muy buena apuesta para estas vacaciones de invierno.