Minions: nace un villano

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Una muy divertida precuela sobre el nacimiento de Gru con sus delirios de ser un gran villano que a mediados de los años setenta tiene 11 años y una banda a la que sueña unirse. Y también están fundamentalmente esos personajes amarillos más jóvenes, en especial Kevin, Stuart, Bob y Otto, que en esta quinta entrega harán de las suyas para delicia de su público cautivo. No en vano se perfilan como la gran salida de las vacaciones de invierno, ya que esta quinta entrega posiblemente repita la hazaña de las otras cuatro, favoritas de los argentinos. La trama es lo que menos importa, una excusa para los delirios de los minions con su jerga incomprensible y sus delirios que se nutren de la estética pop de los setenta, con sus colores, su música, la moda, los bailes. Y algunos momentos tan brillantes como esos minipersonajes aprendiendo kung fu o las artes de los espías. Es que mientras Gru sale humillado cuando intenta formar parte de sus muy malos admirados, se robara una gema en represalia, elemento de gran valor que puede controlar al mundo. Allí la peli se pone vertiginosa y de persecución, entre el villano que quiere ser y los minions con un nuevo malo a quien servir. La trama armada para la gran diversión.