Mil veces buenas noches

Crítica de Gabriela Avaltroni - Función Agotada

Nada es más agradable que ver nuevamente a Juliette Binoche en la pantalla. Ella es de las pocas actrices que se animan a encarar cualquier tipo de personaje y llevar adelante el mejor papel como si fuera el último. En este nuevo film Binoche se juega hacer una fotógrafa corresponsal de guerra.

Mil Veces Buenas Noches (Tusen Ganger God Natt) trata sobre la audacia y la valentía que tiene un corresponsal de guerra en zonas de conflicto para mostrar al mundo lo que allí sucede. De este modo Juliette Binoche se acerca con coraje el mundo islámico y su cámara fotográfica será quién congele la atrocidad que se vive en Oriente.

El director de la película, Erik Poppe, intentó de este modo reflejar prácticamente su vida siendo él ex corresponsal de guerra. En este nuevo film se nota el conflicto que vive un periodista que por su propia voluntad decide enfrentarse a la muerte para darle a conocer qué sucede en el otro lado del mundo.

Buscar la verdad detrás a pesar de todo.
Luego de la impresionante escena con la cual comienza la película también se dará curso el conflicto no sólo por mostrar la situación en la que viven otros países si no el conflicto familiar aquel que vive pendiente si en algún momento regresará al hogar. Mil Veces Buenas Noches interactúa no sólo a nivel profesional sino también sentimental buscando un equilibrio entre ambas. La intensidad que Juliette Binoche brinda a su personaje es tan auténtica como escalofriante.