Mil veces buenas noches

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Fotografías del horror

Juliette Binoche es una fotógrafa de guerra que se codea con la muerte y cuya vida familiar peligra por el delicado y arriesgado trabajo que realiza a diario. Un film del director noruego Erik Poppe.

Si algo tiene Mil veces buenas noches es la veracidad y el realismo de sus imágenes, y no es de extrañar, ya que el director noruego Erik Poppe fue fotógrafo de guerra antes de dedicarse a contar historias en la pantalla grande. En ese sentido, el film funciona como una prolongación suya a través del personaje de Rebecca -una siempre cautivante Juliette Binoche-, la mujer que registra el horror.

Desde el comienzo, la crueldad dice presente a través del lente que espìa un "entierro" y sigue a una joven que lleva explosivos y se inmola en un atentado terrorista en Kabul. Su tarea consiste en acercarse lo más posible a los verdaderos protagonistas, a los hechos atroces que se cometen. Los trabajos de Rebecca son reconocidos a nivel mundial mientras el film explora los límites entre la profesión y la vocación.

Todo esto ocurre mientras su marido Marcus -Nikolaj Coster-Waldau- y sus hijas la esperan en su casa de Irlanda. Cada misión es una amenaza para todos y la estabilidad de los vínculos familiares peligra por el arriesgado trabajo que Rebecca realiza a diario.

El relato de Poppe escoge los silencios, desde el inquietante inicio, y los escasos diálogos para mostrar el espanto de la guerra y de zonas en constante peligro. Mientras su reputación crece, también la tensión en el hogar se hace sentir.

El director recurre a "oasis" que echan un manto de piedad en la historia, desde globos de papel que se elevan hasta las situaciones oníricas de Rebecca flotando en el agua, como también la escena junto a su marido en el mar. Todo sirve como remanso para curar las viejas heridas pero el inminente traslado de Rebecca a una aldea en Africa y la decisión de llevarse a su hija adolescente desatan el caos.

Esta es la historia de una mujer que cruza los límites y de las consecuencias que debe pagar por ello, contada con acertado pulso por el realizador.