Mientras somos jóvenes

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

Sin hijos

Después de 9 años, Noah Baumbach vuelve a los cines nacionales con Mientras Somos Jóvenes (While We’re Young). Desde Historias de Familia (The Squid and the Whale), estrenada en marzo de 2006, las películas de este director/escritor/productor no pasaban por las salas argentinas. Margot at the Wedding, Greenberg (también con Ben Stiller como protagonista) y Frances Ha fueron ignoradas por las distribuidoras y enviadas directo a DVD.

Josh (Ben Stiller) y Cornelia (Naomi Watts) no fueron muy bienvenidos a los 40. Sin hijos (no por elección sino por imposibilidad), y con una vida sumida en el aburrimiento y sin rumbo preciso, ven cómo sus amigos se dedican a la educación de sus retoños y los van excluyendo de su cotidianeidad. Ambos se niegan al paso del tiempo (tanto física como psicológicamente) hasta que un día conocen y entablan una amistad con Jamie (Adam Driver) y Darby (Amanda Seyfried), una pareja de veinteañeros que les contagia su juventud, les mueve un poco el avispero y los saca de la rutina en la cual estaban inmersos.

Noah Baumbach no se anda con vueltas y expone desde el primer minuto la infelicidad que atraviesan Stiller y Watts. En la escena que abre la película,Watts no puede terminar de contar el cuento de los tres chanchitos al bebe de su amiga y Josh la mira como alguien que quiere ayudar pero no sabe bien cómo hacerlo. La incomodidad de la secuencia demuestra que algo no anda bien, que el camino que transitan juntos es operado en un piloto demasiado automático. Esa escena agridulce es la encargada de resumir magistralmente el tono cómico y amargo que se mantendrá durante toda la película.

La neurosis, el cine y la literatura son referencias continuas que contornean de forma subliminal a los protagonistas.

Baumbach pone de telón a la ciudad de Nueva York y, al igual que el mejor Woody Allen, la utiliza para moldear a sus personajes. La neurosis, la música, el cine y la literatura de la metrópolis son referencias continuas que sirven para contornear subliminalmente a los protagonistas. Resulta irónica la mirada de Baumbach sobre cómo la pareja interpretada por Driver y Seyfried lee libros, no usa Facebook, se viste con una estética vintage y escucha música en discos, mientras que la pareja encarnada magníficamente por Stiller y Watts tiene casi todos los productos de Mac, se viste con ropa “normal y funcional a la moda” y consume formatos de música digital. Ahí es donde el escritor que colaboró con Wes Anderson en Vida Acuática (The Life Aquatic with Steve Zissou) y El Fantástico Sr. Zorro (Fantastic Mr. Fox) nos demuestra que en la moda o en el arte lo viejo de ayer puede ser lo nuevo de hoy, pero que en nosotros el paso del tiempo es incómodo, negador, con artritis y con sombreros que a determinada edad resultan algo ridículos.