Mientras duermes

Crítica de Lucas Rodriguez - Cinescondite

Tras haberse regodeado con el mejor horror junto a su compañero Paco Plaza en [REC] y [REC] 2, el español Jaume Balagueró deja un poco de lado la opresión del terror puro y duro para sumergirse de lleno en el suspenso de estilo hitchcockiano en Mientras Duermes, otra extraña rareza gallega que se deja ver y presenta a uno de los personajes más recordables del género en años.

"No puedo ser feliz. Lo único que me alivia es que los demás tampoco son felices". En esas dos afirmaciones se puede reflejar el alma y la motivación general de César, el protagonista, cuya historia podemos paladear como meros espectadores de todas las atrocidades que comete. Él es las dos caras de una moneda: para todos los inquilinos es el servicial portero que siempre está disponible para ayudar, pero oculta a un ser con un alma oscura, que gusta de ir minando la tranquilidad de Clara, su amor platónico que ni lo registra sensual ni sexualmente.

La mayor tensión provocada durante todo el film va acrecentándose poco a poco cuando Úrsula, la pequeña que vive con sus padres, empieza a chantajear a César con pedidos extraños a cambio de su silencio, o cuando llegue el novio de Clara y su impresionante rutina nocturna se vea truncada. Balagueró, que hasta ahora había explorado el terror en su vertiente sobrenatural, afronta con la misma fuerza el thriller de atmósferas asfixiantes, de tensiones insostenibles y de vueltas psicológicas.

Quizás el guión de Alberto Marini festeje demasiado las andanzas de César, haciendo que uno casi empatice con las actitudes del personaje, pero nunca cae en la justificación per se, sino que enfoca al protagonista como una persona triste y totalmente desequilibrada. En resumidas cuentas, es un viaje de ida con un portero maniático. Mucho ayuda la interpretación del colosal Luis Tosar, quien no requiere de grandes aspavientos para transmitir odio u apatía pura. No es raro que también lo ayude y eleve oportunamente el nivel de bondad de la despampanante Marta Etura o la señora Verónica de Petra Martinez, o hasta la picardía de la pequeña bastarda Úrsula de Iris Almeida. Es grato saber también que Carlos Lasarte (el vecino argento de [REC]) vuelve a personificar a un viejo detestable en esta oportunidad.

En Mientras Duermes, Jaume Balagueró jugó sus fichas bien y crea un thriller atípico y trascendental; idea a un villano brutal y sin coartadas; y, a partir de los siniestros mecanismos de la mente del protagonista, nos introduce en una pesadilla tan agónica como magnética, entre la realidad más sórdida y la ensoñación meramente psicótica. Un aplauso a Luis Tosar, llegados al caso.