Midsommar

Crítica de Matías Asenjo - Sin Intervalos

Belleza y horror se juntan en “MIDSOMMAR” para retratar una ruptura de pareja.

Dani y Christian atraviesan una dura crisis que ha dejado realmente afectada su relación amorosa. Sin embargo, con el fin de darse una oportunidad (y un poco también por la culpa de dejar sola a su novia luego de la reciente muerte de sus padres), Christian invita a Dani a sumarse al viaje que tenía ya programado con sus amigos a una remota aldea en Suecia para disfrutar de un festival de verano que se celebra una vez cada 90 años. Sin embargo, y a pesar de su paradisíaca apariencia, el lugar no es lo que parece. Pronto comenzarán a darse cuenta de que los anfitriones realizan perturbadores rituales paganos que pondrán a prueba la relación de cada uno de los huéspedes y su instinto de supervivencia.

Amplios y pintorescos paisajes naturales, una paleta de colores predominantemente clara, casi toda la película ocurre a la luz del día y flores por doquier. ¿Cómo logra convivir todo esto en una película inquietante y aterradora? Si viste WICKER MAN vas a poder hacerte una idea ya que está muy inspirada a partir de ese film con evidentes referencias (entre otros).

Ari Aster nos trae su nueva película, pero en esta oportunidad no hay nada paranormal en ella, de hecho, tampoco sería justo catalogarla como una cinta de terror. Tal vez podamos sentir miedo en algún momento, pero no recomiendo que vayas a verla buscando sustos y monstruos que aparecen por sorpresa (premisa repetida en el género).

Está hermosamente filmada y editada, pero lo que más fascina es su capacidad de generarnos sensaciones al espectador: inquietud, rechazo, incomodidad, extrañeza. Logra muy bien hacernos sentir foráneos, extranjeros de esta comunidad y menudo nos encontraremos juzgando sus costumbres.

“MIDSOMMAR” no tiene nada librado al azar, todo tiene un por qué. Incluso el director nos deja pistas de todo lo que va a suceder y, aunque las encontremos, no arruinan la experiencia sino todo lo contrario.
Cabe decir también que no es un film fácil. Tiene un ritmo y una cadencia que permite tomarse su tiempo para macerar el desarrollo de la historia.

“MIDSOMMAR” está muy bien trabajada desde su relato cinematográfico, llena de simbolismo y provocadora. Si en el cine no sólo buscás entretenimiento creo que esta puede ser una gran opción en la cartelera para vos.

Por Matías Asenjo