Michelangelo Infinito

Crítica de Denise Pieniazek - Puesta en escena

Renacer en la eternidad
Por Denise Pieniazek

“… enviar al mundo un espíritu que, en cada una de las artes
y en todas las profesiones, fuera universalmente capaz
y por sí solo mostrase cuál es la perfección del arte del dibujo,
en materia de línea, contorno, sombra y luz,
y diese realce a las cosas de la pintura
y con recto juicio obrase en escultura, e hiciese viviendas cómodas
y seguras, sanas, alegres, proporcionadas y enriquecidas
por los varios adornos de la arquitectura(…)
para que fuera considerado por nosotros como un ser, más que terreno, celestial”
Giorgio Vasari

cine » nota
Críticas | Publicado el 23 de abril de 2019 a las 00:16 hs.
Renacer en la eternidad

Michelangelo Infinito es un largometraje interesante para los amantes de las artes plásticas, pero a pesar de sus bellas composiciones visuales carece de emoción por momentos, sobre todo si el espectador no ha contemplado personalmente ninguna de sus obras.

Por Denise Pieniazek

“… enviar al mundo un espíritu que, en cada una de las artes
y en todas las profesiones, fuera universalmente capaz
y por sí solo mostrase cuál es la perfección del arte del dibujo,
en materia de línea, contorno, sombra y luz,
y diese realce a las cosas de la pintura
y con recto juicio obrase en escultura, e hiciese viviendas cómodas
y seguras, sanas, alegres, proporcionadas y enriquecidas
por los varios adornos de la arquitectura(…)
para que fuera considerado por nosotros como un ser, más que terreno, celestial”
Giorgio Vasari

La película Michelangelo Infinito (2018) es una biopic poco convencional sobre el artista renacentista Miguel Ángel (Michelangelo Buonarroti). El relato alterna entre la narración del personaje de Giorgio Vasari, quien como es sabido, además de artista fue uno de los primeros historiadores de arte e incluso se le atribuye el haber utilizado el término Renacimiento por primera vez para referirse al arte de su contexto.Entre sus escritos más celebres se encuentra Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos (Le vite de' più eccellenti pittori, scultori, e architettori italiani, da Cimabue insino a' tempi nostri) que data del 1550 con una versión ampliada en 1568.

En este libro Vasari dedica gran parte a la vida y obra artística de Miguel Ángel, por dicha razón, él es seleccionado por los realizadores de la película como el gran enunciador del filme. En consecuencia, dicho aspecto se refuerza mediante la puesta en escena que remitiendo a la perspectiva central renacentista lo coloca en el centro del encuadre hablando directamente hacia la cámara en medio de un gran auditorio, carente de público físico -pues el espectador está en esta ocasión del otro lado de la pantalla y somos nosotros- pero provisto de elementos que remiten a los estudios tanto de la ciencia y el arte de aquel entonces.

El segundo punto de vista del relato, estará representado por el personaje de Miguel Ángel, que se encuentra espacialmente en un lugar “atemporal” que puede pensarse que es metafóricamente la eternidad. Una especie de “cielo” debido al uso del color e iluminación de un blanco “espectral”, pero en este caso lo interesante es que proviene no sólo de la iluminación sino de los bloques de piedra que lo rodean, pues como se enuncia aquí Miguel Ángel tenía pasión por la materia.

En consecuencia, la película se divide estructuralmente en tres partes: el espacio de narración de Vasari, un segundo espacio representado por el relato del propio artista en cuestión Miguel Ángel y un tercer espacio compuesto por flashbacks que relevan lo narrado en los otros dos espacios, es decir que recrean ciertos acontecimientos de la vida de Michelangelo.

Este raconto sobre la vida de uno de los exponentes fundamentales del Renacimiento, se centra en aproximadamente quince de sus obras, entre ellas las esculturas de Baco, David, la Piedad, la Piedad Rondanini,el Moisés de la sepultura de Julio II en la basílica San Pietro in Vincoli, también en sus pinturas La Sagrada Familia (Tondo Doni) y por supuesto sus grandesfrescos de laBóveda de la Capilla Sixtina y el Juicio Final, además desus obras arquitectónicas como la Tumba de Lorenzo de Medici, La cúpulade San Pedro del Vaticano, y el dibujo de La batalla de Cascina (obra sobre cartón que se ha perdido). Con esta selección se quiere evidenciar el artista completo que fue Miguel Ángel, quien poseía un excelso manejo de diversas técnicas y lenguajes artísticos.

Michelangelo Infinito es un largometraje interesante para los amantes de las artes plásticas, pero a pesar de sus bellas composiciones visuales carece de emoción por momentos, sobre todo si el espectador no ha contemplado personalmente ninguna de sus obras. Por suerte, quien escribe ha tenido el placer de contemplar personalmente algunas de ellas y por eso se es consciente de que su valor y emoción es intransferible al registro cinematográfico. Aunque, se reconoce que mediante el uso de la música se resaltan sensitivamente algunas secuencias como las referidas a las obras del Moisés y la Capilla Sixtina.

Michelangelo Infinito es una ficción que mediante la fragmentación narrativa o los registros documentales de las obras artísticas intenta reconstruir la vida de uno de los exponentes principales del renacimiento, sin realizar ningún aporte novedoso sobre la obra del artista. Es decir, se mantiene el relato oficial y hegemónico de la historia del arte sin incluso profundizar sobre los análisis de las distintas obras, como sí lo hace por ejemplo el documental El Bosco. El jardín de los sueños(2016). En adición, se enaltece el mito del “artista-genio”, símbolo de la eternidad y de poseedor de inspiración divina o médium entre los dioses y la tierra, careciendo de una mirada interpretativa novedosa. Por supuesto, Miguel Ángel es un artista magnífico que ha logrado trascender la historia, quien por ende merece éste y toda clase de homenajes.