Mi villano favorito 3

Crítica de Sofía Ferrero - La Voz del Interior

La película incluye cinco canciones y parece llevar hasta el límite todos los chistes posibles de estos magnéticos personajes.

La tercera entrega de Mi villano Favorito debería ser la final. La atracción de estos personajes que tanto éxito han tenido (la franquicia ha generado 1.500 millones de dólares en todo el mundo, sin contar la venta de merchandising) y que seducen hasta al adulto más cínico y reticente a los “dibujos animados”, parecen haber contado todos los chistes posibles y transitado todos los lugares probables.

Esta vez el ex villano Gru se entera que tiene un hermano gemelo llamado Dru que posee todo lo que él no: dinero, una apariencia luminosa y cabello. Y el malo de la película es Evil Bratt (Malcriado Malvado), un niño que en la década de los ochenta era el protagonista de un programa de TV super famoso y que, debido a una prematura adolescencia y a no encontrar su lugar en el mundo del espectáculo es, eventualmente, despedido.

Personaje que se ha quedado tildado en el pasado y que aún viste la misma moda de aquellos tiempos: rompeviento violeta con hombreras, un peinado que incluye jopo, cubana y una insipiente pelada. Su arma mortal son los chicles y se desplaza por muros y ciudades con aeróbicos pasos de baile musicalizados con Madonna y Michael Jackson, que suenan más tiempo que las cinco canciones que compuso el mega talentoso Pharrell Williams. Cinco canciones para una película que, claramente, no las necesita. El personaje de Bratt es la apoteosis de la creciente obsesión con la cultura pop autorreferencial y un guiño explícito a los padres que llevarán a sus hijos a ver la película.

Mi villano favorito 3 es la versión aguada de una franquicia que estira hasta el límite las posibilidades de los personajes que ha inventado. Llena de momentos desaprovechados, todo es tan rápido y furioso que más que contar una historia, combina fragmentos que comienzan y terminan con algún gag, gracioso, por supuesto, ya que si algo sostiene esta trilogía fue y es la creatividad de los escritores. Si algo nos enseñaron estas películas de la compañía Illumination es que hay vida por fuera de Pixar y Disney, aunque se reconozca la vanguardia que ha significado Pixar en el tono y el tipo de humor de estos productos. Incluso antes de que oficialmente comience MVF 3 hay un pequeñísimo gag de los Minions en la presentación de Illumination que recuerda a la lamparita de Pixar.
¿Y los Minions? Aquí ya no tienen mucho que hacer, aunque sus escasas apariciones son de lo mejor de la película.