Mi vecino es un espía

Crítica de Leo Aquiba Senderovsky - ¿Crítico Yo?

Cuando una película presenta en los títulos una serie de imágenes de películas anteriores de su estrella principal, sólo puede ser una de dos cosas, un homenaje a esa estrella, o una película que no tiene nada para agregar a su carrera. Como sabemos de entrada que no es lo primero, no nos queda otra alternativa que esperar lo peor.

Muchos han comentado, repasando la filmografía del más famoso representante de las artes marciales en el cine americano actual, que luego de pisar el monte de Hollywood, a medida que su fama crecía exponencialmente, la calidad de sus películas decayó drásticamente. Honestamente, no he tenido la oportunidad de conocer su carrera oriental, y de su ya extensa filmografía americana puedo destacar algunos títulos puntuales, más por su gracia y simpatía que por el nivel de ellas. En este caso, como a todo héroe de acción, le llegó la hora de protagonizar comedias familiares, y pese los desmedidos esfuerzos de Chan por causar gracia, debió enfrentarse con la desoladora realidad de un argumento demasiado obvio y explotado y de una paupérrima puesta en escena.

No faltan las originales coreografías de acción, algo en lo que Jackie Chan es todo un experto. Eso sí, la historia del espía que se enamora de su vecina y debe ganarse la simpatía de sus hijos sin que nadie se entere de su profesión, no convence a nadie. Su inconsistencia radica en la manera básica e infantil en que está planteada (una comedia para toda la familia y apuntada a los niños no demanda per se un desarrollo infantil, sino pregúntenle a Pixar), en la forma en que le cuesta al director de Beethoven, Los Picapiedra y El regalo prometido/Un padre en apuros (otra comedia familiar con héroe de acción, en este caso, Schwarzenegger), combinar su esquemática puesta con las complejas escenas de pelea protagonizadas por Chan, en la falta de comicidad de los gags y en la previsibilidad de la única vuelta de tuerca que pretende sorprender. Hasta aspectos secundarios como la música terminan sumándose a la molestia que provoca el conjunto.

Jackie Chan resulta simpático interpretando el rol del hombre que se esfuerza por agradarle a los niños de su enamorada, pero de tanto que se esfuerza termina mostrándose más descolocado y sobreactuado que otros que pasaron previamente por su mismo rol, como el caso de Schwarzenegger. Sólo resta decir que una película simpática no necesariamente es buena, y si mencionamos que El súper canguro (¿alguien me explica por qué en España se estrenó con este título?) es tal vez la peor película de Jackie Chan en lo que va de su carrera en Hollywood, llegamos a la respuesta que nos anticipa el compilado de imágenes robadas para la secuencia de títulos.