Mi primera boda

Crítica de Damián Serviddio - Suplemento Espectáculos

Los dibujos animados de Liniers nos introducen en la historia de amor de Leonora (Natalia Oreiro) y Adrián (Daniel Hendler) dos personalidades contrapuestas que se complementan y desean pasar el resto de sus días juntos. Como inicio de su vida en común deciden dar el gran paso y por eso amigos, familiares, ex parejas y demás muestrario bizarro son invitados a celebrar la boda en una lujosa y amplia estancia de la provincia. En camino se encuentran el sacerdote y el rabino encargados de celebrar esta unión mixta, una pequeña historia dentro de la historia que no tiene desperdicio. Un momento de duda, la pérdida de las alianzas y los planes para tratar de recuperarlas pondrán en jaque toda la celebración.

Todo se encuentra dispuesto para que este digno exponente de la comedia de enredos argentina sea un divertimento para público masivo de todas las edades. Desde los chistes elaborados, pasando por el humor físico, hasta un breve atisbo escatológico y un dúo dinámico como el que conforman Hendler y Oreiro. Él provoca risas con sólo estar inmerso en tamaña situación y tratando de escapar de sus acaparadores padres, ella tiene un probado timing para la comedia y la cámara (al igual que nosotros) la ama: pocas actrices fotografían tan bien como lo hace Oreiro, su presencia ilumina cada una de las escenas en las que participa.

Para su segundo largo Ariel Winograd contó con un extensísimo reparto (Gabriela Acher, Pepe Soriano, Imanol Arias, Soledad Silveyra, Gino Renni) para roles secundarios en este planteo coral que no siempre funciona de acuerdo a lo que tanto nombre reconocido prometía. Quienes más se lucen son la amiga lesbiana de la novia -a cargo de Muriel Santa Ana- y Martín Piroyansky, el perfecto primo sidekick con el que Hendler logra potenciarse. Existen sutiles puntos de contacto con “Muerte en un funeral”, entre otras historias que se centran en reuniones familiares multitudinarias, algún guiño a su ópera prima “Cara de queso” y una cuidada factura técnica donde se destacan la musicalización (la marcha nupcial rockera es perfecta) y los dos vestidos de novia lucidos por Leonora.
Dato importante: hay dos escenas adicionales, la primera en mitad de los créditos finales; la segunda, al término de los mismos. ¿Se vendrá “Mi segunda boda”?