Mi obra maestra

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

El trío Duprat-Cohn-Duprat cada día toca mejor. Lo mismo el dúo Francella-Brandoni, o Brandoni-Francella. Juntos han formado un quinteto memorable, pero quizá solo para esta ocasión, porque el trío nunca repite artistas invitados. Salvo Andrea Frigerio, que en "El ciudadano ilustre" hizo una mujercita de pueblo chico y ahora es una bienuda de alto nivel digna de registro. Como son dignos de registro (policial) los dos atorrantes que arman la "obra maestra" del título.

Uno, pintor pasado de moda y lleno de deudas, la va de artista ofendido con la sociedad. Otro, galerista de alcance medio, intenta ayudarlo por razones de amistad, de aprecio y de dinero, en ese orden. Por ahí andan la ex del pintor, un alumno que lo admira por sus declamados principios, una refinada galerista que mira todo desde arriba, un enfermero comprensivo, tres perros y un camionero. Este sujeto es fundamental, pero hasta ahí contamos. Una vez conocidos los personajes, todo lo demás debe ser sorpresa y regocijo.

Así, entre la ironía, la alegría y un poquito de humor negro, surge esta historia muy argentina de una amistad y/o de una estafa, como dicen los avisos, haciendo de paso una gozosa crítica al mundo de la plástica y el mercado de arte. Una fiesta de buenos actores. Y un paseo donde todo es lindo de ver, inclusive las pinturas. Director, Gastón Duprat. Productor, Mariano Cohn. Guión, Andrés Duprat, que conoce el paño, como que es director del MNBA. Locaciones en Fundación Elía Robirosa, Museu de Arte Contemporánea de Niteroi, museo Fortabat, Hospital Balestrini de Ciudad Evita, y el Horconal, entre Purmamarca y Humahuaca.