Mi novio es un zombie

Crítica de Tomás Lidejover - La mirada indiscreta

ZOMBIES TIBIOS

A medida que el cine fue evolucionando, también así lo hicieron los zombis. Durante muchísimo tiempo en paralelo, como un monstruo berreta y aburrido, hasta convertirse en lo que conocemos hoy como “películas de zombis”, o sea, un genero en si mismo. Un genero con películas exitosas, con reglas, con estructura… y con Warm Bodies.

No es una película que, siendo estrictos pertenezca a esta sección. Tiene un presupuesto, actores conocidos… ¡hasta tiene a John Malkovich! Pero, en algún lugar, sigue siendo una película de zombies, y eso sigue siendo cine bizarro. Aunque también nos podríamos preguntar hasta qué punto, ya que hace algunos años dejaron de ser películas de culto y explotó un fenómeno zombie con comics (The walking dead, Marvel zombies), series de televisión (TWD, In the flesh, Dead Set), sagas de películas (Resident Evil, REC), videojuegos (RE, Plants vs Zombies) e incluso libros clásicos reversionados con zombies (Pride & Prejudice & Zombies). El género es ahora popular, y no nos quejamos. El género está cambiando y tampoco nos quejamos… bueno, quizás un poco.

Warm Bodies llama la atención porque la historia está contada desde la perspectiva de un zombie. No es una idea original, pero es una idea que se usó poco. En el 2008 Marc Prince filmó Colin, una película basada en la misma idea, como es el mundo visto desde un no-muerto. La serie de televisión In the flesh también toma esta postura, con una vuelta de tuerca. Pero aunque una idea no sea original, no significa que sea mala. De hecho, en un principio es atrapante, porque escuchamos los pensamientos de “R” (el personaje principal encarnado por Nicholas Hoult, a quien vimos por primera vez en la pantalla grande con Hugh Grant en About a boy) y es, básicamente, un adolescente atrapado en un cuerpo extraño… o sea, lo normal, salvo lo de ser un no-muerto caníbal. Es gracioso, uno simpatiza con el zombie, es divertido escuchar los pensamientos de R, un tipo razonable, tímido… Warm Bodies prometía ser entretenida.

Hago un stop. El género zombies es un género que por sí solo, no hace nada. Necesitamos drama, necesitamos suspenso, necesitamos comedia… algo más que zombies. Resident Evil es acción, REC es de suspenso, In the flesh es un drama, Shaun of the dead es una comedia y Warm Bodies… no llega a ningun lado.

Resulta que las locas locas aventuras de R y Julie, nuestros intrépidos protagonistas, empiezan cuando el primero decide zamparse el cerebro del novio de la segunda para después rescatarla de ser devorada, imbuido con los recuerdos del recientemente masticado novio. Poco a poco, los dos se van enamorando y su amor se convierte en una cura para los no-muertos. Romeo y Julieta versión zombi.

El género está cambiando, realmente. Los amantes de las películas de zombies, contentos. Quieren más zombies. No tienen que ser ni siquiera buenas películas. En general su único requisito es que tengan zombies. Warm Bodies tiene zombies… zombies y amor. Hago hincapié en esto y pareciera que los zombies y el amor no se pudieran cruzar y eso está lejos de la realidad. En Zombieland Columbus se enamora de Wichita, en 28 Days Later Jim se enamora de Selena, en In The Flesh Kieren está enamorado de Rick, etc., etc.

¿Así que por Warm Bodies falla tanto? Quizá son los montajes con música sacados de Rocky III, quizá no pusieron lo suficiente a Malkovich en escena, quizá Julie se olvida demasiado rápido de que su nuevo novio semi-podrido se desayuno a su ex hace media hora. Pero lo que probablemente haya sucedido es que si querés hacerte el controversial, quizás deberías escribir un guion con personajes con tres dimensiones y, básicamente, jugártela. En lo que a mí respecta, Warm Bodies necesita un golpe de calor para terminar de cocinarse