Mi mejor amigo

Crítica de Brian Macchi - Fancinema

CONFUSIÓN ADOLESCENTE

En estos últimos años, el despertar sexual adolescente ha empezado a ser abordado con mayor seriedad y sensibilidad dentro del cine nacional, temática que anteriormente era tocada desde la comedia y de forma más burda, sin preocuparse de las contradicciones de ese momento tan importante para la vida de cualquier persona. Siguiendo la línea actual de tratamiento, Mi mejor amigo habla sobre el tema mediante la vida de Lorenzo (Angelo Mutti Spinetta), un adolescente que vive en la Patagonia, cuya familia recibe en su casa a Caíto (Lautaro Rodríguez), el hijo de unos amigos que están pasando por una grave situación familiar y no se pueden hacer cargo de él. Es un chico complicado y tiene dificultades para adaptarse al nuevo hogar. Pero a pesar de las diferencias, nace entre ambos una singular amistad.

Desde su inicio, el motor del film resulta ser la actuación de Mutti Spinetta, que con su particular estilo, representa magistralmente a un chico inteligente pero muy introvertido y correcto, el cual se encuentra en la difícil etapa adolescente de descubrir su sexualidad y se ve impactado emocionalmente por la llegada del visitante.

A pesar de las diferencias interpretativas, el “dueto de amigos” posee una llamativa química, provocando que la película se base principalmente en esa relación que crean los dos, confusa, querible y vertiginosa, bien acorde a la edad de ambos. A esto se suma una madre (Moro Anghileri), que siempre está cerca para marcar límites y errores, como un “pseudo” villano de la historia, pero que entiende lo que está pasando. Hay una charla franca entre madre e hijo que resulta ser el momento más logrado de Mi mejor amigo.

En definitiva, Mi mejor amigo es una correcta producción, bien filmada y actuada, con bellos paisajes, que quizás comete el error de subrayar en demasía determinadas escenas, haciendo que la confusión, intimidad y sencillez que transmite el rol de Mutti Spinetta se pierda entre tanta remarcación. A pesar de esto, la película logra ser un relato preciso y emotivo sobre el despertar sexual adolescente, entendiendo las complejidades que se viven durante esos años de juventud.