Mi amigo el dragón

Crítica de Silvina Rival - Subjetiva

SOBRE LA RECONFIGURACIÓN DE LA FAMLIA

Mi amigo el dragón es sin duda un pequeño hallazgo de los estrenos semanales. David Lowery, un director de poca trayectoria, es quien estuvo a cargo de hacer esta impecable remake del film de 1977, manteniendo su espíritu general al tiempo que hace su propia recreación a través de todos los recursos que la tecnología actual brinda al cine industrial.

El Pete´s Dragon (1977) de Don Chaffey, al igual que esta versión, apostaba por narrar la historia original de Seaton Miller, a través del registro fílmico. Pero dadas las limitaciones tecnológicas, Chaffey incluyó a Elliot, el encantador dragón que entabla una relación con Pete, a través del dibujo animado. Por su lado, Lowery logra digitalizar a Elliot haciendo que niño y bestia logren compartir, para los ojos del espectador, el mismo registro, además de que estos efectos se ven potenciados por el hecho de que el film estará disponible en 3D.

Pero esta remake interactúa con la primera versión de la historia en varios niveles que merecen la pena ser señalados. Mientras que el film de la década del 70 estaba ambientado a comienzos del siglo XX, esta nueva versión también desdeña ser contextualizarla en su propia contemporaneidad, optando por una coyuntura de la década del 70 con su estética y dispositivos comunicativos que ahora se confrontan con la tecnología actual que posibilita un film como el que estamos presenciando; tal vez en una suerte de homenaje al film de Chaffey.

Y sin duda, lo más interesante atañe a las modificaciones relativas a la historia original, tanto del libro como del film de Chaffey. La primera versión fílmica también hace referencia a la historia de la relación entre un huérfano y un dragón, pero aquel Pete intentaba “escapar” de su familia adoptiva y el film, de alguna manera, invitaba a repensar la configuración de la identidad familiar. Este espíritu se conserva en la trama de la nueva versión de Pete´s Dragon pero esta búsqueda de identidad familiar y de reconfiguración de la necesidad afectiva se ve fuertemente reforzada y complejizada.

El choque entre orfandad y la presencia de Elliot emerge de inmediato en la vida de Pete reforzando tal vez la sensación de ambigüedad entre ficción y realidad que vive el protagonista. Por otro lado, Pete conoce a Grace (Bryce Dallas Howard), la guardabosques del lugar quien, al igual que él, ha perdido a su madre y quien vive con su padre Meacham, interpretado por el genial Robert Redford, único habitante que afirma haber visto al dragón por aquellos parajes. Grace por su lado, mantiene una relación afectiva con Jack (Wes Bentley) padre de una niña que tampoco posee madre, aunque el film no se detiene en cuestionar la ausencia de esta figura materna. El entramado de todos estos personajes sumados a la particular experiencia de Pete y Elliot, quien también presuponemos como un dragón “perdido”, enriquecen esta historia que comienza siendo una narración simpática y simple sobre la existencia de seres fantásticos para terminar configurando una historia más compleja sobre la manera en que se tejen las relaciones interpersonales.

Sin duda, un film que, considerando que está pensado para asistir con toda la familia, merece la pena ser considerado como una opción interesante para esta semana. Un diálogo entre el registro de lo fantástico y el del realismo.

MI AMIGO EL DRAGÓN
Pete´s Dragon. Estados Unidos, 2016
Dirección: David Lowery. Intérpretes: Oakes Fegley, Robert Redford, Bryce Dallas Howard, Wes Bentley. Guión: David Lowery, Toby Halbrooks. Historia: Seaton Miller, S. S. Field. Duración: 102 minutos.