Mi amiga del parque

Crítica de Luciana Boglioli - La Capital

En medio de una industria cinematográfica signada por la impronta masculina, Ana Katz (“El juego de la silla”, “Una novia errante” y “Los Marziano”) ofrece una película profunda e íntima sin eufemismos. “Mi amiga del parque” es el cuarto largometraje de la directora argentina y se centra en la historia de Liz (Julieta Zylberberg), que acaba de ser madre de Nicanor y debe arreglárselas sola ya que su marido (Daniel Hendler) está trabajando en el sur y sólo está presente a través del Skype. En medio de una crisis existencial, Liz va al parque y conoce a Rosa (interpretada por la mismísima Katz), presunta madre de una bebé, que la envolverá en una relación extraña y posesiva junto a ella y su hermana Renata (Maricel Alvarez). Zylberberg, una de las protagonistas de “Relatos salvajes”, es perfecta para el papel ya que le aporta realismo, crudeza, es muy genuina en sus expresiones y llega al espectador sin obstáculos. Liz acarrea la angustia de una madre primeriza, con sus inseguridades e ingenuidades, y lucha constantemente por crear su propio universo de la maternidad, mezclando las enseñanzas de sus antecesoras con su propia experiencia.?Así, durante 84 minutos, katz retrata el día a día y los quehaceres cotidianos de un grupo de madres de una manera simple y real. Muestra cómo en el transcurso de cómo afrontar la propia maternidad, estas mujeres imperfectas van tejiendo relaciones con otras en su misma situación. Una película impecable que habla de las primeras impresiones y de cómo nos paramos ante los demás. ¿Es posible superar el miedo y la desconfianza ante la necesidad de sentirse acompañado? Esos interrogantes tan ordinarios como complejos, que resultan los más difíciles de responder, intentan ser develados en este filme.