Mi abuelo es un peligro

Crítica de Rocío Llano - El Lado G

Robert De Niro y Zac Efron protagonizan esta comedia (no apta para todo público) en la que un abuelo, que tiene más ganas de divertirse que su propio nieto, hará todo lo posible para sentirse joven de nuevo.

Mi abuelo es un peligro (Dirty Grandpa) es encabezada por uno de los actores más reconocidos de la industria, que participó en películas como Toro Salvaje y El Padrino II, y por ambas fue premiado con un Oscar. De Niro no es un nombre menor cuando de cine se trata, pero sus últimas participaciones no parecen indicar lo mismo. Por otro lado está Zac Efron, que saltó a la fama cantando y bailando en High School Musical, y conquistó innumerables adolescentes. Quizás no parezca la mezcla más homogénea a simple vista, pero De Niro y Efron logran convencer a la audiencia de que son parientes, y de hecho sus rasgos físicos ayudan en la comparación. El problema no está en la relación entre estos personajes, sino en el guion que da vida a sus aventuras

Pocos días antes de su boda, Jason Kelly (Efron) asiste al funeral de su abuela, que falleció después de luchar contra el cáncer por varios años. Dick Kelly (De Niro), el reciente viudo, le pide a su nieto que lo lleve hasta Florida, ya que en esa época del año él y su esposa solían ir a vacacionar. Además de los planes para el casamiento, Jason debe encargarse de su trabajo en la firma de abogados de su padre (Dermot Mulroney), pero ante la insistencia de su abuelo, y que la travesía aparenta ser inofensiva, lo acompaña en la carretera.

Apenas comienza su aventura Jason se da cuenta de que su abuelo no es quién él creía. Dick es jovial, fuerte, temerario y tiene muchas ganas de divertirse. El supuesto viaje para recordar los viejos tiempos con su mujer no es más que una excusa para llevar a su nieto a Daytona Beach, donde los espera la clásica fiesta estadounidense de Spring Break. Allí estarán Shadia (Zoey Deutch), ex compañera de Jason cuando estudiaban fotografía, y a quien se encuentran de casualidad en el camino, y Lenore (Aubrey Plaza), que no tiene problemas en seducir a Dick de las maneras más descaradas.

Esta nueva realidad es muy diferente a la vida de Jason, un estudiante de abogacía muy serio, que olvidó sus aspiraciones artísticas y se comprometió con Meredith (Julianne Hough), una joven demandante y refinada. El contraste entre su personalidad y la de su abuelo conducen la mayor parte de las situaciones que se desencadenan en la película. El humor siempre está presente pero pocas veces logra risas genuinas. Los chistes, casi en su mayoría vinculados al sexo, son reiterativos y se sienten forzosos. Lo que no fue gracioso las primeras dos veces es difícil que lo sea las siguientes quince.

No es casual que esta película esté dirigida por Dan Mazer, que se ocupó de los guiones de algunas películas de Sacha Baron Cohen como Ali G anda suelto (2002), Borat (2006) y Brüno (2009). Mi abuelo es un peligro sigue esa línea de humor políticamente incorrecto, pero falla en su intento de ser eficiente. John Pillips es el guionista de este filme, y por lo tanto responsable de la historia que no logra su efecto deseado: hacer reír.