Metegol

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Metegol es la producción animada más ambiciosa que surgió en Latinoamérica en los últimos años.
El tiempo determinará si este film marca una verdadera bisagra en la industria nacional o si quedará como un caso anecdótico.
El talento para hacer cosas de este nivel está en nuestro país y hay excelentes artistas, pero la realidad es que no todos los directores pueden acceder o gestar una producción de 21 millones de dólares y tener el respaldo de empresas importantes.
Por eso será interesante ver la repercusión que tiene en la industria local un film de proyección internacional como Metegol y si logra abrir la puerta a más coproducciones, que es vital para brindar películas de este nivel.
En términos visuales el debut de Juan Campanella en la animación es espectacular y sorprende por el excelente trabajo que hicieron con las expresiones faciales.
En la animación computada los personajes humanos tienden a verse como monigotes y por lo general los movimientos y las expresiones son más grotescos.
En Metegol consiguieron darle un realismo y una naturalidad a los gestos faciales que lograron que en varias escenas te olvides que estás viendo un dibujo animado.
Esto además se vio potenciado por la interpretación de los actores que es excelente, gracias al método de trabajo que utilizó el director en este campo.
Campanella apostó a la vieja escuela y demostró que los métodos arcaicos todavían rinden frutos.
En este caso grabó las voces con todos los actores juntos en una sala de sonido que es un estilo de trabajo que ya no se usa más en la animación debido que demanda más tiempo.
Sin embargo, se trata de un método que enriquece las interpretaciones porque los actores pueden interactuar entre sí y además abre la puerta a la improvisación.
En Estados Unidos, por ejemplo, esto ya no se usa más salvo excepciones muy puntuales como las recientes películas animadas de Scooby Doo que se hacen para dvd, donde los actores graban las voces juntos como si fuera un radioteatro. Bruce Timm, productor de los filmes de superhéroes de DC, también suele laburar de esta manera pero son casos rarísimos.
En Metegol este enfoque de laburo fue clave y por eso se destaca tanto el trabajo de los actores, especialmente Pablo Rago, Fabián Gianola, Coco Silly, un desopilante Horacio Fontova y Lucía Maciel, quien le dio mucha espontaneidad y realismo al principal personaje femenino.
La trama tiene esa mirada nostálgica de Luna de Avellaneda que en este caso se centra en la cultura del bar y el fútbol y la cruzada de los antihéroes por preservar el barrio de los planes pseudoprogresitas que quiere imponer el Groso, el villano del cuento.
El humor estuvo muy bien trabajado y en algunos momentos salva la película cuando la narración cae en algunos baches narrativos, donde el conflicto pierde interés.
Algo que se soluciona en el tercer acto con el partido de fútbol que tiene momentos muy divertidos y emocionantes.
En lo personal Metegol no es una película que me volvió loco pero disfruté muchísimo de su visión y del humor que manejó el guión.
Para ser su primera incursión en el campo de la animación la verdad que Campanella brindó una muy buena película, que al margen de sus virtudes técnicas, resultó una propuesta más entretenida que otros filmes nacionales de este género que se estrenaron en los últimos años.