Mentiras mortales

Crítica de Fernando Iannantuono - Cine crítico

El patriarca de Wall Street

Buen thriller lleno de tensión y suspenso donde un empresario poderoso de Wall Street vive sus días al límite al estar al borde de perder todo. Un apasionante relato donde el protagonista esta agobiado por el estrés y cada paso suyo parece complicarlo aún más. Una gran película que va perdiendo su fuerza con el correr de los minutos a medida que su conflicto financiero se va apagando emocionalmente y los mensajes morales empiezan a llenar la pantalla. Sin embargo, está la sub-trama de un testigo potencial en contra del empresario, cuya gran carga emocional eleva a la película a niveles insospechados.
Richard Gere asume el liderazgo completo de la película al recaer toda la historia sobre sus hombros. Su actuación es digna de reconocimiento y en cada estallido suyo de furia, la trama revela su lado más salvaje. Es en esos momentos donde la película muestra a aquella fachada exitosa en su lado más vulnerable y humano. Alguien que llamativamente podría ser considerado una buena persona ya que al ser esclavo de su estado de vida, actúa sin parecer tener opción. Una mala jugada financiera lo obliga a tomar medidas que de no funcionar sería enjuciado por fraude e incluso mantiene una amante muy emocional cuyos vaivenes le quitan el sueño. Todo estalla cuando un accidente de tránsito lo ubica en una situación donde su destino dependerá de la lealtad de un hombre negro con registros penales.

"Mentiras Mortales" narra dos tramas y una de ellas es sobre la maniobra financiera que Richard Gere desea aplicar para salvar su cuello. Aquí la trama arranca muy bien ya que su salvación proviene de la venta de su empresa, pero su comprador no parece estar por ningún lado y la transacción se dilata. Un proceso vital que debe realizarse de forma urgente. El empresario supuestamente deseoso de comprar no aparece en las reuniones pactadas y el enojo de Gere va en aumento. Asimismo, para incrementar los males, aparece su hija con algunos descubrimientos en la contabilidad. En este preciso momento es donde esta trama se empieza a derrumbar. No porque la temática familiar no sea interesante, sino porque a partir de este momento el núcleo familiar empezará a tener debates de moralidad e incluso amenazas fuera de lugar (por su contexto), que en vez de ser resoluciones propias de la historia, son más discursos difamatorios de la película al mundo empresarial.

Por el otro lado, se encuentra la investigación policial cuya gran carga emotiva sobre aquel personaje marginado es fascinante. Aquí un hijo de un ex-empleado de Gere a quien ayudó en sus problemas luego de la muerte del padre, recibe una fuerte presión para delatar y así incriminar a Gere. El joven sufre toda clase de abusos por parte de la policía y el propio empresario y todo el desenlace se somete a la lealtad o traición del joven. Otra vez, la película muestra su lado moralista al enfatizar que el único motivo del joven no radica en el dinero ofrecido por Gere sino en su honor de recompensarle haberlo ayudado en el pasado. A diferencia de la línea anterior, aquí el mensaje si se encuadra en el relato y la experiencia se transforma en sumamente dramática. Sin embargo, esta trama contiene el problema de contar con el lado de la policía sumamente estereotipado y esto le quita peso a la historia.

En definitiva, "Mentiras mortales" es una película de emociones fuertes pero bastante desbalanceada. A pesar de que la trama se logra llevar con interés, la excesiva presencia de un discurso moralista termina agobiando en vez de denunciando.