Mentes poderosas

Crítica de Fernanda Gómez - CineFreaks

Distopía 2.0

Las historias sobre sociedades apocalípticas y cómo los adolescentes pasan de ser víctimas a héroes, ya es moneda corriente en el Hollywood de hoy por hoy. Mentes poderosas no solo repite una fórmula utilizada hasta el hartazgo, sino que no busca en ningún momento separarse de antiguas sagas que han tratado temas parecidos de una manera casi calcada.

En un futuro no muy lejano, una enfermedad desconocida comienza a asesinar niños a diestra y siniestra. Algunos son inmunes a ésta enfermedad porque han nacido con poderes especiales, por lo que el gobierno decide “cazar” a esos niños superpoderosos para encerrarlos en un campo de entrenamiento y convertirlos en armas humanas. Por supuesto, nunca faltan los que se rebelan contra el sistema y escapan de su suerte, también nos encontramos con una protagonista femenina que llevará adelante la rebelión sin saber cómo controlar el gran poder que tiene.

La originalidad en esta película brilla por su ausencia. No hay un solo plano, escena, diálogo, personaje o incluso escenario que no remita a otras sagas, el ejemplo más conocido sería Los juegos del hambre, franquicia que ha sabido llevar con cierta dignidad la temática de las sociedades distópicas y que, hasta el momento, nadie a sabido sacarle provecho a un buen guion de la misma manera.

La novela de Alexandra Bracken, titulada The darkest minds, fue la elegida para ser adaptada a la pantalla grande en ésta oportunidad, esperando lograr los mismos resultados que sus predecesoras en la materia. La moda continúa y parece no tener fin, al mismo tiempo que los estudios parecen no entender que cualquier historia escrita en papel que sea best-seller no garantiza calidad en un filme (el perfecto ejemplo sería la saga Cincuenta sombras).

Y si de calidad hablamos, mucho más le resta utilizar secuencias casi plagiadas de otras películas similares. La escena final del filme resume a la perfección la poca impronta personal que decidieron inculcarle desde la dirección y la producción.

Si bien Mentes poderosas es un producto pensado para la masa juvenil consumidora de ficción adolescente en un mundo apocalíptico, cumple con su cuota de entretenimiento y dramatismo. No busca salir de los esquemas establecidos ni jugar a ser algo más que una simple película de aventuras, por lo que pasará al arcón de los recuerdos en muy poco tiempo.