Megalodón

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

Humanos versus tiburón

“Megalodón” (The Meg, 2018) es una película de aventuras dirigida por Jon Turteltaub y escrita entre Jon y Erich Hoeber junto a Dean Georgaris. Basada en el libro “Meg: A Novel of Deep Terror” de Steve Alten, el reparto del film incluye a Jason Statham, Bingbing Li, Masi Oka, Shuya Sophia Cai, Jessica McNamee, Ruby Rose, Winston Chao, Page Kennedy, Robert Taylor, Rainn Wilson, entre otros. Está co-producida por Estados Unidos y China.

En una escuela de biología marina, los científicos controlan desde cámaras y aparatos tecnológicos que el submarino comandado por Lori (Jessica McNamee) no presente problemas al atravesar una capa gaseosa que conduce al fondo del mar, donde pareciera existir un ecosistema de fauna y flora desconocido. Todo anda bien hasta que el vehículo prende sus luces, llamando la atención de una criatura gigantesca que se creía extinta: el megalodón. A los científicos no les quedará otra que viajar a Tailandia y buscar ayuda en Jonas Taylor (Jason Statham), un buzo de rescate que en el pasado afirmó haber visto al tiburón más grande de la historia pero todos lo tomaron por loco. Aunque Jonas no quiere saber nada sobre el tema, que su ex mujer sea la que está en peligro lo hará ponerse manos a la obra de inmediato.

Vayamos a lo que importa: para disfrutar de Megalodón es requisito primordial tener claro de antemano que no se puede tomar a la película en serio. Si uno decide verla con esa idea en la cabeza, además de tener bajas expectativas, la cinta logrará entretener a pesar de la enorme cantidad de personajes superficiales y situaciones ultra inverosímiles como incoherentes.

A la hora de analizarla como un todo, no hay un conflicto central. Sí, la amenaza del tiburón es lo más importante, pero tranquilamente la película podría dividirse en tres aventuras distintas: en un principio el rescate del submarino, en el medio la misión de inyectarle al animal un rastreador para luego envenenarlo y por último el acecho del megalodón en una playa de China. Aunque el último tramo se alargue demasiado, cada parte mantiene atento al espectador, haciendo reír más de una vez por las escenas bizarras y el ridículo guión.

El que realmente llega a ser molesto es el personaje de Page Kennedy. Él interpreta a un hombre que trabaja bajo el mar pero nunca aprendió a nadar, por lo que sus chistes mientras chapotea en el océano se vuelven repetitivos y no causan gracia. Además, los momentos de tensión no logran su cometido así como tampoco los dramáticos. Esto se debe a que el tamaño del tiburón no es tan gigantesco como se lo detalló en un principio, y las emociones de Suyin (Bingbing Li), una de las protagonistas, no traspasan la pantalla.

Es así como “Megalodón” se alza como una película pochoclera, divertida y estupenda para poner el cerebro a descansar durante casi dos horas. Aunque seguramente no quedará en tu memoria, ver a Jason Statham contra el majestuoso pez no tiene desperdicio.