Me busco lejos

Crítica de Gastón Dufour - Cinergia

El paso de la adolescencia a la vida adulta

Graziele, una joven inmigrante brasileña, se muda a Buenos Aires con su hermana mientras su cuñado Diego filma una película sobre su vida. Rodar es también una forma de terapia, es evadirse y perderse para, en algún momento, intentar encontrarse.

Pocos son los documentales que pueden ilustrar de manera tan manifiesta como creìble las circunstancias de una elección de vida. Todo ello, aùn màs claramente, frente a las cuestiones relativas a deudas de temas personales que que de algún modo u otro han quedado pendientes.

El crecimiento personal, la maduración, son puntos que se expresan de manera total, para acercamiento del espectador, que puede claramente sentirse identificado. Viajar implica muchas cosas y el autor pretende reflejar eso en el transcurso de la historia que cuenta.

El vìnculo entre su cuñada, oriunda de Brasil, y que pronto se sumarà a convivir con el director (Diego Lublinsky), seràn la excusa prácticamente perfecta para decidirse a enfrentar un traslado que serà ademàs de fìsico, mental.

El camino que ambos internalizan sus propias y particulares necesidades es una idea que se desprende de quienes son, y también de quienes pretenden ser, en tanto participan de sus decisiones individuales a futuro. Todo esto que expongo es aún más complejo considerando que sus abuelos quienes fueron la familia que la cobijó en un momento complejo de su vida, fueron quienes fungieron luego una forma de vínculo con aroma a desprecio por su formas particulares de creencias simbólico-religiosas.

El acercamiento de parentesco, que implica un nuevo vínculo a construir, y por otro lado, de recuerdos muy propios a descifrar sobre una misma persona, traspasa las vivencias plasmadas en la película.

La exposición fragmentada del recorrido de los involucrados en la historia, tanto màs considerando que se trata de sus propias vidas y emociones, construyen un magnìfico puente que puede cambiarlos para siempre.

La impresión de un viaje, de una llegada y de la permanencia de un país que puede ser efectivamente muy diferente que el suyo, aunque en algunos momentos presenten palpables coincidencias, implica un encuentro de emociones efectivas e incesantes.