Maze Runner: Correr o morir

Crítica de Leonardo González - Río Negro

Maze Runner: Una nueva trilogía para disfrutar en el cine

De entre todos los logros que se le puede adjudicar a la saga de películas de Harry Potter, sin dudas una de ellas es haber abierto un mercado enorme para el desembarco de las adaptaciones de la literatura juvenil -o infantil- a la pantalla grande.

Por supuesto que no todas pudieron alcanzar el éxito de la del niño mago, pero es indudable que vemos con más asiduidad la llegada de estas obras para captar al público adolescente (que, en definitiva, son los que más le interesan a la industria porque son los que más consumen).

Ahora le llegó el turno a "Maze Runner- Correr o Morir", una trilogía ambientada en un mundo distópico escrita por James Dashner, un autor especializado en el género. La novela, publicada por Dell Publishing en octubre de 2009, rápidamente se convirtió en un éxito y fue bastante aclamada por la crítica especializada. Las continuaciones, que se pueden conseguir en las librerías, son Maze Runner - Prueba de Fuego (The Scorch Trials, 2010) y Maze Runner - La Cura Mortal (The Death Cure, 2011). Y, por si faltara algo, existe una precuela de nombre Maze Runner - Virus Letal (The Kill Order, 2012). Todo un combo perfecto.

Thomas (Dylan O'Brien) despierta en un ascensor en movimiento. No recuerda ni su nombre ni porqué está ahí. Al llegar a su destino, es recibido por jóvenes de su misma edad. Todos están atrapados allí, en un lugar al que llaman el Área, que se encuentra rodeado por unos muros gigantescos.

Ninguno de ellos tampoco recuerda cómo llegaron, ni quién los encerró. La única certeza es que todas las mañanas se abren unas puertas que dan paso a un laberinto (custodiado por criaturas llamadas "Penitentes") y que cada 30 días un chico nuevo llega con provisiones al igual que él.

Cada uno tiene asignada una función (constructores, jardineros, enfermeros) para poder hacer de ese sitio un lugar para (sobre)vivir. Thomas se interesa por los Corredores, que todos los días se meten al Laberinto para poder investigarlo y hallar una forma de salir. Pero hay algo con él que es diferente, un halo de misterio que lo envuelve. Siente que es la clave para saber y resolver lo que pasa allí.

Su arribo, la llegada en menos de una semana de Teresa (Kaya Scodelario), la única chica entre todos ellos, los cambios que se producen en el Laberinto, hace que se decida a buscar una salida sea como sea para averiguar la verdad.

El libro de Dashner fue comparado entre una mezcla de El Señor de las Moscas y la serie Lost (2004-2010), y algo de eso hay, salvando obviamente las diferencias.

El equipo de guionistas logra mantener la curiosidad y atención del espectador sobre lo que pasa, y ponerlo ansioso por saber qué es lo que se oculta detrás de los muros. A esto hay que sumarle el gran trabajo del debutante Wes Ball, que logra una dinámica narrativa excelente, proporcionándole mucho ritmo al film. Otro punto a favor es la elección de los actores, sobre todo del protagonista, Dylan O'Brien, a quien los más jóvenes tendrán de la serie Teen Wolf (2011- ), en donde encarna a Stiles Stilinski.

El único adulto de este elenco es la gran Patricia Clarkson, cuyos 10 minutos en pantalla son sublimes y tiene una de las mejores e intrigantes escenas de la película. Casi con seguridad habrá una secuela de esta sólida e interesante primera parte y que, si lo hace bien, puede consolidarse como una de las mejores sagas juveniles adaptadas al cine. No lo duden y piérdanse en este laberinto. Lo van a disfrutar.