Máxima precisión

Crítica de Natalia Trzenko - La Nación

Los señores de la guerra digital

A veces el contenido es tan importante que las formas quedan en un segundo plano, apenas detalles en el camino de la transmisión del mensaje. El realizador Andrew Niccol que ya había demostrado su capacidad por entender y cuestionar el discurso dominante en films como Gattaca y El señor de la guerra, y también como guionista de la premonitoria The Truman Show, en este caso no acierta del todo. Al querer contar desde el punto de vista del piloto de combate devenido operador de drones que interpreta Ethan Hawke algo sobre las consecuencias de la guerra permanente de Estados Unidos en Medio Oriente, el relato se vuelve repetitivo y farragoso. Así, cada personaje es más una función narrativa, una posición en un debate político que criatura cinematográfica. De todos modos, el guión consigue desplegar el conflicto y Hawke acierta en su interpretación.