Max dinoterra

Crítica de Ramiro Ortiz - La Voz del Interior

El rey león de Tailandia

La película de animación Max adventures: Dinoterra plantea un viaje a través del tiempo hacia la era de los dinosaurios.

Un reino dominado por leones. Un nuevo líder, Max, que para defender a los suyos debe atravesar un portal del tiempo. El destino: la era de los dinosaurios, donde recuperar tres cristales de poder necesarios para derrotar al Señor de las Sombras, villano que tal vez está tras la desaparición de sus padres.

Sobre todo acción, imaginación y un universo de fantasía diferente a lo que se ve por ahí puede ofrecer esta película de origen tailandés que extiende lo visto por los niños en televisión. Para aquellos que lo conozcan, Max Dinoterra se basa en los personajes de Max Inicia, una serie animada que se exhibe en sus comienzos por Canal 9 de Buenos Aires y Nickelodeon y cuyas figuras están asociadas a una marca de leche de soja muy famosa en el país, como es Ades.

Pero la curiosa historia del origen del personaje se remonta mucho más allá en el tiempo y el espacio. Max el león nació en realidad como la mascota de una marca de helados en Australia producida por la franquicia internacional de origen anglo holandés llamada Unilever que distribuye sus productos con muchos nombres en distintas regiones.

Como curiosidad, el hecho de que las voces contrario a lo que es costumbre de oír hecho en México o Buenos Aires, fueron dobladas en esta ocasión en Ecuador.

Una vez más los valores en juego son el compañerismo, la amistad y la importancia del trabajo en grupo, así como la honestidad, la perseverancia y el coraje para afrontar situaciones pese a su desenlace incierto.

Para los curiosos además, es la oportunidad para asomarse a buscar detalles de una cultura muy distinta como es la tailandesa que seguramente afloran a lo largo del relato pese a su formato clásico.