Matrimonio

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Una pareja ganada por el hastío

Filme formalmente correcto, con dos actores como Cecilia Roth (Molly) y Dario Grandinetti (Esteban), que se refugian en papeles difíciles, quizás demasiado interiores como para ser exteriorizados, mientras se pasean por nuestra ciudad, acompañados por un fondo musical a media voz.

El filme plantea una relación sentimental que parece estar agotada. Pasaron veinte años desde que Molly (Cecilia Roth), compositora y Esteban (Darío Grandinetti), publicista, se conocieron. Se amaron. Tuvieron una hija, ahora adulta, que vive en Viena. Pero todo parece haberse terminado. Aunque ellos intentan fingir ante los demás que sus vidas no se han modificado.

La cámara de Carlos Jaureguialzo sigue a ambos protagonistas, a lo largo de un día, por las calles de Buenos Aires y los acompaña con un relato en off que exhibe sus pensamientos.
Cada uno hace sus cosas, ve o intenta ver, pensar, o sentir lo que le está pasando, mientras transitan por lugares comunes, pero en los que no se ven.

DE UN LADO A OTRO

"Matrimonio" es una película intimista en la que sus personajes se mueven de un lugar a otro, sin llegar nunca a una conclusión, a un final.

A lo largo de las veinticuatro horas en que transcurre la historia, Molly y Esteban ven pasar distintas personas a su lado, mínimas circunstancias los rozan, pero ellos siguen volcados hacia adentro, sin enfrentarse.

La película dice estar inspirada en el "Ulises" de James Joyce, eso sí, en versión libre y el nombre de la protagonista es uno de los pocos rastros que aluden a la famosa novela de James Joyce.
Historia de amor, un ensayo acerca de la convivencia, entre un hombre y una mujer que buscan desentrañar que es lo qué los mantiene unidos.

Es, en síntesis, una historia acerca del amor en la madurez y los contradictorios lazos que pueden unir a dos personas.

"Matrimonio" gana más en las imágenes que en las palabras, que suenan menos creíbles que lo puramente visual.

Filme formalmente correcto, con dos actores como Cecilia Roth (Molly) y Dario Grandinetti (Esteban), que se refugian en papeles difíciles, quizás demasiado interiores como para ser exteriorizados, mientras se pasean por nuestra ciudad, acompañados por un fondo musical a media voz.

El director Carlos Jaureguialzo debutó en 2002 con "Tres pajaros".