Matar a Videla

Crítica de Julia Panigazzi - A Sala Llena

A Matar a Videla le queda grande el titulo, es una idea bastante buena a la que le falta un mejor desarrollo, rehacer el guión y seleccionar un elenco serio.

Trata de contar la historia de un pibe, Corcho de Chiquititas nunca mejor apodado, que se despierta con la idea fija de suicidarse, deja su trabajo, deja a su linda novia , se reúne con sus viejos amigos y visita a su madre y a su hermana... tenemos que esforzarnos por pensar que el personaje principal la esta pasando muy mal, que su padre parece que abandono la familia y que por esa razón (?) él puede ver el sufrimiento de la gente... lo que les pasa por dentro y llega a ese punto.

La voz en off de Julian , ex Rebelde Way, es terrible como lo que dice: cuando finalmente se encuentra con Juan Leyrado, un sacerdote buenazo, y formula en voz alta lo que da titulo a la película no se puede contener la risa, ya que las expresiones y las lineas del actor parecen de uno de esos programas en los que el solía ser protagonista: Voy a matar a Videla, eso que escucho: me voy , pero el se viene conmigo.

El film se vende como “el debut cinematográfico de Emilia Attias” y por otro lado el director explica que realizar esta película fue una tarea difícil porque tiene un título fuerte y una temática que no es para todo público: ¿Por qué? No es por eso que se hace difícil de ver, sino por el grupo de actores principales y lo mal llevada que esta la idea que le falto bastante de maduración.

En un momento hay una sucesión de imágenes, tipo documental, pero no llega a serlo, más del tipo presentación Power Point sobre lo sucedido durante el periodo del golpe militar mezclado con las marchas del 24 de marzo por la memoria y justicia, donde encontrábamos a Julián como perdido en sus pensamientos y en el film mismo.

Matar a Videla quedara como una buena película para quienes son fans de alguno de sus componentes, Maria Fiorentino aparece muy poco y se esfuerza ante esta camada de modelos que piensan que para ser actores deben mirar la cámara serios y sin pestañear: al final ya comienza la estética de videoclip con una banda sonora que deja todo que desear .