Más fuerte que el destino

Crítica de Alan Schenone - Proyector Fantasma

El peso de ser un héroe
En Más fuerte que el destino, Jake Gyllenhaal es un sobreviviente al atentado durante la maratón de Boston, quien al mismo tiempo se convierte en un símbolo nacional por ayudar a atrapar a los terroristas. Tras perder sus piernas en dicha situación, deberá superar la depresión y los traumas mientras lidia con un papel de héroe que jamás buscó ser.

Basada en una historia real y en la novela de Jeff Bauman, David Gordon Green retrata los problemas diarios de las personas con discapacidad mientras procesan los traumas y la depresión que conlleva sufrir una situación tan extrema desde físico, emocional y mental. Green, un director que oscila entre el material televisivo (Vice Principals) y cinematográfico (Experta en crisis) expone en su última experiencia en la gran pantalla la historia de un sobreviviente famoso que debe cargar sobre sus hombros el peso de ser un símbolo de superación y perseverancia mientras debe resolver sus problemas internos que no se ven en la pantalla de la televisión ni fuera de su propio hogar.

El multifacético Jake Gyllenhaal encarnando a Jeff Bauman emprende un recorrido interno doloroso, conflictivo entre lo que debe aparentar en público y lo que realmente siente sobre sí mismo y la nueva vida a asimir. Gyllenhaal conmueve desde su dolor, frustración y carisma al alcanzar una actuación soberbia, poniendo a prueba la empatía de los espectadores con un personaje que no busca ni quiere posicionarse en el lugar en que su familia y los medios lo instauran. Un personaje real, con contradicciones, dificultades y errores que a menudo es difícil de encontrar en estas clases de producciones. Gran parte del brillo de Gyllenhaal se debe también al buen trabajo de Tatiana Maslany (Orphan Black, La dama de oro), generando entre ellos una química natural y emotiva en pantalla.

Buscando alejarse de las situaciones clichés, Más fuerte que el destino es un drama emotivo que expone la necesidad de la sociedad estadounidense de buscar culpables y generar ídolos que los identifique con su nacionalismo, cosificándolos en búsqueda de algún rédito.

En su narrativa y dirección, Más fuerte que el destino no baja nunca su intensidad y no pierde su objetivo en sus dos horas de duración, con Gyllenhaal logrando una de sus mejores actuaciones. Desde su fotografía y especialmente la dirección, se ahonda en retratar la personalidad de Bauman y como se ve superado por las situaciones elegidas y producidas por su entorno. En su miedo por defraudarlos se retrae y comienza a consumirse en su interior, tratando de huir de las reales responsabilidades que debe afrontar, tanto él como su familia.

Más fuerte que el destino es una película de errores, de reflexiones sobre el camino que tomamos frente a las adversidades y el sacrificio que una persona está dispuesta a hacer.