Martin Eden

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

La nueva y aclamada película del director italiano Pietro Marcello (Bella y perdida) es una ambiciosa adaptación de la novela autobiográfica de Jack London. Una versión libre en la cual incluso traslada el escenario desde Estados Unidos a Italia.
La historia de Martin Eden empieza con un joven marinero pobre que ayuda a un muchacho en el puerto en una situación violenta, una pelea de esas que fácilmente pueden terminar de la peor manera. Éste, agradecido por el acto, lo invita a su casa a comer con su familia. Resulta una mansión donde vive gente adinerada y culta y allí, Martin Eden conoce a la hermana, una joven universitaria que lo deslumbra y quien lo invita al mundo de los libros.
«¡Leo! Leo como un pescador insaciable. Anoto las palabras nuevas. Me familiarizo con ellas. Las frecuento, paso tiempo con ellas. Cuando es posible, las uso para describir los fenómenos que veo.» Martin Eden se introduce en la literatura de manera voraz, aprende a escribir y leer, prueba hacer algunos poemas y decide rápidamente que quiere ser escritor. Su vida de aventuras y viaje la quiere cambiar por otra vida llena de viajes, sólo que a través de las letras. Sin embargo la profesión, vivir de escritor, nunca fue una opción fácil y Martin tiene que intentarlo e intentarlo muchas veces hasta lograr vender un cuento. Porque se lo estigmatiza al no tener estudios y ser autodidacta o porque lo que escribe es demasiado triste. O como le dice su enamorada, que sus textos plantean una crudeza que la gente no quiere ver.
En cierto modo, Martin Eden es la historia de una vida, de la vida de un hombre. En este caso alguien que descubre a través de las letras de manera algo tardía su profesión pero consigue llegar a ser un reconocido y leído y una vez allí tiene que luchar con muchos demonios para no caerse de manera estrepitosa. Es curioso que la película toma la obra de London pero no le es del todo fiel, la modifica bastante, y no obstante, el espíritu, la esencia permanece.
Martin Eden es una película enorme, rodada en 16 mm y que cuenta con una notable ambientación en el siglo XX que juega con lo atemporal y una trama que abarca temas como el amor, las clases sociales, la política, la literatura. Todos estos ejes fluyen con naturalidad. A la larga es también la historia de un individuo que no quiere perderse en medio de la sociedad mientras crece el socialismo que éste quiere rechazar. Pietro Marcello consigue ir más allá de una historia de superación al agregarle diferentes aristas, lo mismo con su protagonista (destacable interpretación de Luca Marinelli), que empieza como un muchacho humilde y romántico y se va transformando en alguien que ni siquiera a él mismo le gusta.
Una versión moderna de la historia de un escritor tan fascinante como Jack London. Quizás no para conocer mejor su vida, al menos no desde lo compuesto por datos técnicos, sino para entender de dónde viene y por qué una historia como esta sigue perdurando.