Marte necesita mamás

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

Oscura y poco interesante

De Robert Zemeckis, director de El expreso polar y Los fantasmas de Scrooge, llega esta historia que se centra en la abducción de madres terrícolas por parte de naves marcianas.

Hay películas que se descubren mediocres o directamente malas desde el comienzo. Otras, claro, parecen iluminadas desde la primera escena. Pero otras, como Marte necesita mamás, generan confusión, sentimientos encontrados, y finalmente bastante decepción. En primer lugar se trata de una película que apunta a tener un costado bastante oscuro y perturbador. El comienzo es claro: luego de una discusión entre un niño y su madre –y sin ninguna relación directa– la madre es secuestrada por extraterrestres. Podríamos entonces asumir que se trata de un film con esas características y listo. Pero la película no consigue luego de esa escena, tan poco simpática, conmover al espectador, movilizarnos a través de personajes que posean algún tipo de encanto. La ausencia de humor en la mayoría de las escenas y la casi inexistente presencia de un cómic relief hace que la película no entre tampoco por ese lado. No sólo no parece decidir un camino, sino que en los que transita tampoco funciona. Sí, es verdad que el dramatismo está más logrado que el humor, pero curiosamente carece de simpatía, algo que las películas de Disney no suelen descuidar. No es un film malo ni mucho menos, pero es un caso muy raro de falta de rumbo. Más curiosa todavía es la tesis que la película parece querer imponer con mucha fuerza, pero que a pesar de ser pesada, también resulta confusa. A primera vista parece ser una crítica a la sociedad contemporánea y su falta de familias tradicionales, algo que –según el film– lleva al desastre. Pero lo que podría ser un argumento anti progresista esconde también algo más: la idea de que los machos de la especie son tan inferiores e inservibles que han sido ellos los que demolieron a la familia. Como sea, es la primera de las dos ideas la que suena más fuerte y es insólito el peso que esto tiene en la trama del film. La suma de todo esto da una película grave, cuyas mejores escenas son para un público adulto, pero que no mantiene coherencia con el resto del material. Quedará como un misterio el que un film tan caro y con tanta gente haciéndolo, no haya podido encontrar en todo su proceso un tono, un estilo y una dirección definida. <