Marquetalia

Crítica de José Carlos Donayre Guerrero - EscribiendoCine

Un documental sobre el paso del tiempo de Laura Linares

Retrato de Elida Baldomir, quien fuera prisionera política y guerrillera tupamara, desde la memoria y el paso de los años.

Elida Baldomir, tiene 76 años, ha sido prisionera política y guerrillera tupamara. Vive en el Palacio Salvo, en Montevideo, Uruguay, en un departamento y en compañía de su gata Mía. Tiene una hija que no vive con ella y que ve de manera esporádica. Además de la persona encargada de la limpieza, no tiene más visitas y vive encerrada, mirando televisión, durmiendo y comiendo y observa el exterior desde su ventana. Toma una gran cantidad de medicamentos y camina con la ayuda de una silla ortopédica.

Sin embargo, se enfrenta al problema de tener que ir a un geriátrico, algo que no desea. Deberá decidir qué hacer y pensar que será de su vida. Durante ese tiempo irá contando lo que fue estar prisionera y los eventos que le sucedieron. Finalmente, se encuentra con otros prisioneros políticos que tienen una vida similar a la de ella.

Es interesante que la película se construye desde el espacio, en este caso desde el departamento de Elida, que junto con los objetos que la rodean, muestra la vida que lleva a partir de las actividades cotidianas que realiza. Un énfasis sobre el detalle con planos muy cercanos y contemplativos. Y de ese modo, se forma la relación del espacio de encierro en el que está y lo que fue su vida en la prisión. La relación visual entre dos lugares diferentes, pero que tienen a su protagonista en una situación similar. La oscuridad está muy presente y la mirada distante del mundo exterior desde su ventana.

Desde un registro íntimo, la cámara irrumpe en el mundo privado de Elida, y hace de ella la protagonista con su voz y su cuerpo. La compañía del gato se vuelve una presencia peculiar, se convierte también en protagonista. Marca la soledad de Elida, pero también es parte de la estética visual del relato.

En ese punto también se forma una relación entre el paso del tiempo y lo material. Y hacen que el relato no solo sea sobre Elida, sino también sobre un grupo de personas. Las paredes de los lugares abandonados y de la prisión, muestran el paso de los años y lo que sucedió ahí, y así enfatiza en los objetos de Elida. Pero también de los demás ancianos que fueron presos políticos y que muchos viven solos o en geriátricos, rodeados por sus propios objetos que llevan consigo.

El cuerpo es también un elemento importante. La relación de lo que fue la tortura en el pasado con un cuerpo ya anciano y que habla de la vejez a la que se enfrentan todos ellos, muestra que los años quedan marcados en el rostro y en los movimientos. El tema de la vejez es un elemento que subyace a la historia principal. La soledad y el miedo, la mirada de una etapa de la vida y el terror que eso produce, surge como un ambiente inevitable.

Marquetalia (2022) llega a capturar de la memoria con un personaje de marcada emoción, con una cámara que indaga en su mundo privado para dar cuenta de sus anécdotas de supervivencia.