Margarita no es una flor

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Entre el dolor y el panegírico

Sin querer, el título de este documental recuerda el de una vieja película de aventuras, "La amapola también es una flor", sobre el cultivo de opio en campos del viejo Imperio Persa. Pero acá vamos a otros campos, vecinos a la población chaqueña de Margarita Belén, y acaso también a otros opios, porque, según encuesta inicial de la realizadora, los lugareños saben que el pueblo es tranquilo, que es orgullosa cuna del cooperativismo agrario, y que don Marcos Bassi le dedicó un lindo chamamé. Pero ignoran, o seguramente consideraban un hecho ajeno a la pregunta, la masacre que hubo cinco kilómetros más adelante, la noche del 13 de diciembre de 1976. Allí, en un supuesto enfrentamiento armado, fuerzas de seguridad reventaron a 22 presos políticos que habían sacado de la cárcel de Resistencia. El documental registra aspectos del juicio desarrollado en 2011 contra ocho militares y policias, e hilvana la historia de una de las tres mujeres asesinadas, Ema Cabral, sanitarista vinculada a un jefe regional de Montoneros. Ambos se movieron por tres provincias del nordeste, tuvieron algo que ver en la captura y asesinato del ingeniero químico José Luis Aspiazu, acusado de informante, y fueron arrestados en distintas circunstancias. La hijita de ambos, por suerte, alcanzaron a dejarla al cuidado de su abuela. La voz de la abuela, el relato de viejos montos visitando la cárcel donde estaban recluidos, los comentarios de algunos estudiosos y del chacarero que vio los cuerpos al otro día, son puntales del documental, que se vuelve panegírico en el diálogo imaginario con la guerrillera muerta, y partidista en las conclusiones. Al mencionar una serie de pasos históricos ignora llanamente el Juicio a las Juntas Militares (pero Alfonsín no salió a cazar leones viejos al zoológico, y esto debería reconocerse), y, aunque todo terminó con cadenas perpetuas para 7 de los 8 acusados, en el tramo final dos personas recriminan a la jueza haberle pedido concisión a los testigos, obligándoles a cortar sus discursos políticos, y deducen que ella es partidaria de la Teoría de los Dos Demonios, lo que supuestamente la inhabilita para un fallo ejemplar.