Maradona - Médico de la selva

Crítica de Claudia Smithee - El Espectador Avezado

No son lo mío los documentales, debo decirles. Pero me tocó cubrir el estreno e "Maradona, médico de la selva", y sali con la sensación de que, de no haber ido, me hubiese perdido de conocer en profundidad a una personalidad tan importante, que ha pasado desapercibida, para una parte importante de la opinión pública.
La estructura del film es simple, presenta entrevistas, charlas informales con amigos, profesionales y gente que lo admiraba, a todo nivel. También, por supuesto, aparecen los relatos de quienes fueron atendidos por él: los aborígenes. Lo cierto es que Maradona, hombre de familia acomododa, después de un tiempo, se alejó de las urbes importantes y fue a parar al campo, más precisamente a Estanislao del Campo (Formosa). Este singular doctor atendió a la comunidad ahi reunida, sin problemas y con todal compromiso. Fue nominado dos veces para el Nobel de la paz, y pasó gran parte de su vida dedicado incondicionalmente al prójimo.
Dentro del documental, tenemos la suerte de contar con una entrevista con el mismo Maradona, quien nos ilumina con su mirada sobre el mundo que lo rodea, su rol en la sociedad y la manera en que las cosas deben hacerse. Hace un planteo filosófico del ejercicio de su profesión, que lo define como un elegido. Aquellos que pueden desprenderse de prejuicios y socorrer al prójimo, ante cualquier adversidad. Los que sienten el llamado, por así decirlo.
Martín Serra, el director, cuenta con buen material para graficarnos parte de su vida, y si bien algunos elementos se presentan a confusión, más que nada porque provienen de medios distintos, siguen conservando su valor.
Esteban Maradona necesitaba un homenaje fílmico, sin dudas. Aquí lo tiene, quienes vean esta película descubrirán que gran argentino tuvimos y cuanta inspiración su figura puede darnos (aún en ausencia física) para pensar una sociedad distinta.