Maléfica

Crítica de Ana Manson - Toma 5

La historia de La Bella Durmiente sufrió muchos cambios a través de los tiempos, y existen varias versiones sobre lo que “en realidad” pasó dentro del mundo de sus protagonistas. Desde el cuento original del siglo XVII hasta nuestros días, cada una de ellas se viene disputando el lugar de la más popular entre la audiencia.
Pero no hay lugar a dudas que la más famosa hasta hoy era la versión animada de Disney de 1959, con una estructura digna de los clásicos cuentos de hadas de los hermanos Grimm: princesa en apuros, príncipe al rescate, bruja mala derrotada. También siguió circulando la versión más antigua de Perrault, pero la historia de una bruja mucho más vengativa, sádica y caníbal, nunca fue muy cautivante para el público familiar.

Lo que nadie había hecho hasta ahora era contar la historia desde el punto de vista de su villana, la famosísima Maléfica, autoproclamada “ama del mal”. Con una presencia imponente y mucho estilo, la antagonista de Aurora fue ganando popularidad entre los fans hasta hacerle sombra a la mismísima princesa. Como en el caso de muchos villanos tan carismáticos que opacan al protagonista, la imagen de Maléfica fue reproduciéndose en incontables formatos de merchandising, videojuegos, fanarts y etc.
Idolatrada más por los jóvenes adultos que crecieron viendo las películas de Disney, que por el clásico público target de niños, finalmente Maléfica consiguió su propio “spin-off” en carne y hueso. Encarnada magníficamente por Angelina Jolie, con un excelente diseño de vestuario y producción en general, la expectativa que se generó causó una avalancha de adelantos, teasers y clips con meses de anticipación. O tal vez fue al revés. Lo cierto es que el tener tanto información al momento de pisar la sala, puede ser contraproducente.

“Maleficient” hace mucho más que contarnos otra versión del mismo cuento desde el punto de vista de su protagonista; también devela las razones que la llevaron a ser conocida como la villana de la historia original e incluso nos muestra que varios acontecimientos decisivos pueden no haber sido como nos contaron de chiquitos. Básicamente todo lo que nuestras cabecitas de fans maquinan para justificar las acciones de los “villanos” que son demasiado buenos para ser malos de verdad.

Contradiciendo su propia tradición, Disney nos aconseja: “No creas en los cuentos de hadas” desde el tagline. Lo cual puede ser bastante confuso si tenemos en cuenta que esta nueva historia también es un cuento de hadas, pero con tintes modernos. Si hay algo que la factoría del ratoncito supo hacer durante los últimos años, es adaptarse a los tiempos que corren y contarnos historias más “realistas” y adultas si se quiere, pero sin perder la magia que tanto los caracteriza. Estas nuevas películas consiguen lograr ese balance entre dos cualidades aparentemente incompatibles.

En esta ocasión podemos encontrarnos con un enfoque bastante parecido al de Frozen (pero sin canciones) y lo que podría haber sido si “La Bella Durmiente” se hubiera estrenado 50 años después. Sin embargo, en algunos momentos la historia parece un poco forzada, suavizada para el público infantil e incongruente en algunos detalles. Visualmente la rompe al nivel de “Alicia en el País de las Maravillas” aunque el 3D es bastante flojo. Pero en resúmen la mezcla de todos los ingredientes se disfruta mucho, entretiene e incluso sorprende (a menos que hayan visto demasiado material del disponible por adelantado).