Malcriados

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Pobres niños ricos

El cine colombiano adoptó una nueva moda que le está dando buenos frutos en la taquilla: la realización de remakes de películas latinoamericanas. La argentina Corazón de León (2013) y la mexicana Nosotros los Nobles (2013) tuvieron su versión local con muy buena recepción por parte del público aunque los resultados artísticos hayan sido más que olvidables.

Malcriados es una coproducción entre Colombia y Argentina dirigida por Felipe Martínez Amador, quien adaptó a la idiosincrasia colombiana esta ¿comedia social?, en la que Manuel Rico, viudo y con tres hijos sumidos en una eterna adolesencia: Javi, Bárbara y Charly, habita una lujosa mansión familiar ubicada en la Sabana de Bogotá. El señor ha consentido demasiado a sus hijos para compensar la ausencia de su madre muerta hace unos años, pero también reconoce haber sido un padre un tanto ausente por sus obligaciones profesionales. Un día -para combatir su desidia- pergeñará un plan para hacerles creer que están en la ruina.

Los colombianos Víctor Mallarino, Julieth Restrepo, Juan Fernando Sánchez, Jose Restrepo, Juan Pablo Barragan y el ex Jugate conmigo Michel Brown encabezan el elenco de una película tan pasatista como mediocre, donde todo es tan obvio, estereotipado y carente de ingenio que resulta imposible pensar que lo único que importaba era recaudar dinero sin importar el nivel artístico. Mientras hilvana una sucesión de secuencias en tono irónico, intenta realizar una leve crítica social sobre específicos males modernos como el egoísmo, la vanidad social, el individualismo, el pragmatismo burgués, el consumismo y la pedantería de los ricos. Algo que no va más allá de la corrección política y que pierde sentido en la escena siguiente.

Si la inédita en Argentina Nosotros los Nobles ya era una película simplona y sin vuelo, Malcriados es mucho peor. Si su nivel técnico es correcto, del artístico no se puede decir lo mismo. Las actuaciones dan más vergüenza que risas. Está claro que a sus creadores muy poco les importó hacer una comedia digna y hasta un poco correcta. Solo querían recaudar y en ese sentido ganaron, porque en Colombia fue tan exitosa como la versión original lo fue en México.