Malcriados

Crítica de Federico Bruno - Fancinema

DE CRECER, O UNA BUENA PELICULA, NI HABLEMOS

Llena de lugares comunes, esta comedia colombiana (en coproducción con Argentina) retrata sin trazos virtuosos y pocas ideas a una familia de clase alta que intentará remendar en la austeridad las grietas interpersonales. Un ejecutivo de una constructora y su esposa criaron a tres inútiles que luego de la muerte de su madre llenarán ese vacío potenciando hasta el ridículo su opulencia, egocentrismo y mezquindad. Desde ahí harán patria del título de Malcriados. Basada en la -exitosa- película mexicana Nosotros los nobles, insiste con un guión flojo y lo empeora. Persigue con poco disimulo la fama de la película original, sólo eso, aunque con los años seguro quede condenada a la intrascendencia.

La familia Rico (sí, otro nombre no se les ocurrió para identificar el linaje) es un conjunto de personajes irritables que sólo piensan en su propio bien. El padre busca entonces la redención familiar llevando a todos a la casa de su infancia y haciéndoles creer que están en quiebra. Una vez lejos de su conformidad, buscarán empleo y pasarán más tiempo juntos. Los chistes y los golpes bajos están a la orden del día y se adivinan muy fácil. La historia tiene poquísimos chispazos que no llegan a otorgarle brillo en ningún pasaje. Hay un culebrón de por medio con la hija del empresario y un porteño que tiene el sello de Pasión de gavilanes, e insólitamente está personificado por el argentino Michel Brown.

La premisa sobre la que se sostiene es bien simple: ¿el dinero hace o no a la felicidad? En los hombros del padre se dispone toda la reserva moral y en los 111 minutos del film lo terminan volviendo igual o más tedioso que los demás. El director colombiano Felipe Martínez Amador armó un buen equipo técnico y hasta se consiguió la máquina de tomar malas decisiones que le facilitó mucho el rodaje. Ser rico en Colombia parece ser bien distinto que serlo en Argentina, por eso es que la aceptable repercusión que tuvo allí jamás sea ecuménica o acá la concibamos como algo digno de ciencia ficción. O hasta una grasada medio Ricardo Fort.

Las actuaciones son desde exageradas a bizarras y algunos personajes pretenden ser más graciosos que los chistes que los involucran. Completan el reparto: Víctor Mallarino, Julieth Restrepo, Juan Fernando Sánchez, José Restrepo y Juan Pablo Barragán. Hay una escena de acción que pareciera ser una descartada en la última de Bañeros. Les deseo a todos los hermanos colombianos después de una semana convulsionada que llegue pronto la paz que tanto anhelan y que bajo ninguna circunstancia vean esta película.