Malambo, el hombre bueno

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Santiago Loza, un creador muy activo, realiza una ficción con lenguaje de documental sobre Gaspar Jofre, con datos reales y otros creados que se mete en el mundo de las competencias de los que practican el malambo. Con sus reglas, sus pasos, sus códigos. El protagonista decide regresar a una competencia que perdió, y aunque tiene problemas físicos, y debe ganarse la vida como maestro o con shows para turistas, intenta con la terquedad de los obsesivos, lograr su objetivo. Pero el film se interna en la relación con sus exigentes profesores, en sus cavilaciones, con su relación con la ciudad y sus orígenes, con sus propios miedos y odios, con sus intentos de conquista amorosa, o con sus confesiones con su entrañable compañero de habitación. Con momentos de gran lirismo, y con una mirada lejos de cualquier tópico tradicionalista.