Malamadre

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Dirigido por Amparo Aguilar, Malamadre es un documental que indaga en el rol de madre, desde sus entrañas, para deconstruir la idea de qué es ser una buena madre.
¿Qué es para vos ser una buena madre? Con esa pregunta empieza esta película. Amparo Aguilar decide, a través de entrevistas (incluso alguna a ella misma), de estos testimonios, reflexionar sobre el rol de madre. Qué significa ser madre, qué significa ser buena madre, por qué alguien quisiera ser madre, cómo es ser madre, si por el simple hecho de haber nacido mujer significa que también nacimos para ser madre.

A través de diferentes voces que, con excepción de los hijos de la directora, sólo tienen en común que son madres, Malamadre se va metiendo en diferentes terrenos de la maternidad, pero como algo alejado de la imagen idealizada y romántica con la que se han teñido tantas obras.

Mujeres que desde chicas escuchan las mismas historias y versiones. Que ser madre es algo hermoso, que para ser buena madre hay que dedicarle todo su tiempo al hijo, que aunque tenga sus momentos difíciles todo vale la pena. ¿Y si no es tan así? ¿Y si nos vienen pintando de rosa algo que en realidad tiene tonos muy distintos?

La directora, para eso, deja hablar a varias mujeres latinoamericanas e indaga sobre las experiencias propias, que son todas muy diferentes pero tienen en común que no son de ese color rosa. Esto lo rompe sólo para introducir a sus hijos pequeños a los cuales también entrevista sobre sus puntos de vista y la mirada que tienen sobre ella misma como madre desde el lugar de hijos y, a lo último, se permite entrevistar por ellos. Ese agregado le suma un tono un poco más personal.

Malamadre, así, funciona sin mucho más que una pluralidad de voces como un retrato multidimensional y actual, porque hoy es un poco más fácil hablar de lo que sucede realmente en la intimidad de manera un poco más despojada de los prejuicios y de la falsa idea del instinto maternal.