Magic Mike

Crítica de Vicky Vázquez - Cine & Medios

Trabajan duro por el dinero

Es casi imposible no pensar en "The Full Monty" ("Todo o Nada") al ver "Magic Mike". Dos películas que tratan aparentemente de lo mismo, y que sin embargo no pueden ser más opuestas. El filme que nos ocupa adolece de todo lo que hacía de la anterior una excelente obra. Con esto queda claro lo básico: es una mala película.
Ocurre que en realidad es una gran nada: casi dos horas de hombres de torsos afeitados bailando para juntar el dinero que otro tipo de trabajo no les daría. ¿Conflicto social? ¿Marginalidad? No, la óptica del filme prefiere plantearlo como una manera de ganar dinero fácil y rápido.
La película no se juega por nada, ni siquiera por el género al que pretende pertenecer. No llega a ser comedia, no llega a ser drama, no se define. No aborda ninguna de las temáticas que esboza el guión, sólo las sobrevuela apenas. Todas las problemáticas que le darían una atmósfera de cuestionamientos (tráfico de drogas, exclusión del sistema, sueños postergados, sexo promiscuo) son tratadas de manera casi anecdótica, como para llenar el tiempo que debe durar el filme, pero no son profundizados. Y es que la prioridad reside en ver bailar a estos pseudo-gimnastas más que en analizar conflictos sociales.
Todo comienza cuando Mike (Channing Tatum) conoce a Adam (Alex Pettyfer) en una obra en construcción cuyo capataz no quiere contratar a gente gremializada. El chico tiene 19 años, no sabe hacer nada, y acaba de perder una beca en una Universidad. Lo cuida su hermana mayor, la “chica seria” de la película. Esa que muere por Mike desde el minuto en que lo ve, pero se resiste a la evidente atracción que sienten. Ella, según el propio Mike, es distinta. Este personaje es sólo un ejemplo del abundante machismo que se evidencia en la película.
Mike es además la estrella de un show de strippers en el bar regenteado por Dallas (un sobreactuadísimo Mathew Mc Conaughey), finalmente Adam empieza a trabajar allí también, y conocerá ese mundo de fiesta permanente, billetes, sexo y droga. Obviamente, Mike no se deja obnubilar por todo eso, y lo hace sólo por ahorrar dinero para montar un emprendimiento, su sueño personal. Por algo es el héroe de la película.
Si bien la película está filmada con calidad, y hay algunos planos interesantes desde lo visual, como para no olvidarnos de que Soderbergh, el hombre que supo dirigir "Sexo, mentrias y video", o "Traffic" es quien está detrás de cámaras, es un producto que realmente no despega, no atrapa, no se arriesga a nada. Ni siquiera al desnudo completo, como sí hicieron los muchachos de Full Monty.