Madres paralelas

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

El realizador español, responsable de films como "Dolor y Gloria" (2019), "La piel que habito" (2011), "Todo sobre mi madre" (1999), entre tantas otras, vuelve a la pantalla grande y al streaming, con "Madres Paralelas", ya que si bien a partir de mañana el film se podrá ver en cines, también llegará a Netflix el 18 de febrero de manera masiva.

La cinta se centra en dos mujeres que coinciden en una habitación de hospital donde van a dar a luz. Ambas están solteras y quedaron embarazadas por accidente. Janis (Penélope Cruz) tiene 40 años y ve en este hecho una oportunidad para emprender un nuevo camino en su vida, mientras que Ana (Milena Smit), una adolescente, está asustada y arrepentida por lo que ha pasado. Esa situación compartida las llevará a construir un vínculo rápido e intenso, que afectará a sus días de forma determinante.

Al igual que en la mayoría de su filmografía, Pedro Almodóvar logra construir un universo femenino totalmente atractivo. Como bien lo indica su título, la película ahonda en el tema de la maternidad, no solo a través de sus protagonistas, que tienen distintas concepciones de su significado y que a pesar de sus diversas reacciones se pusieron al hombro la crianza de sus niñas, sino también mediante personajes secundarios. Por ejemplo, nos encontramos con la mamá de Ana (interpretada por Aitana Sánchez Guijón), una mujer que desearía haber priorizado su carrera por sobre su rol de madre. De esta manera, se cuestiona de forma directa ese pensamiento arcaico de que la mujer debe dedicarse solamente a sus hijos, reivindicando la necesidad o importancia de que pueda realizarse en el mundo profesional y llevar adelante sus sueños a la par de la maternidad.

Si bien tiene algunos giros predecibles que se pueden ver desde el inicio del film, estos no solo están ejecutados de manera adecuada, impactando de todas maneras al espectador, sino que también nos ofrece varias sorpresas agregadas. Pero más allá de eso, la historia busca indagar en las familias (de sangre o de la vida) y en la dinámica y relación que se va forjando entre estas dos mujeres tan disímiles pero que comparten vivencias. Entre ellas existe una cierta atracción pero también una tensión latente en el ambiente.

Debemos destacar las buenas actuaciones de Penélope Cruz, habitué del director, y Milena Smit («No Matarás»), quienes nos ofrecen una química muy lograda entre sí. A pesar de la diferencia de edad, de miradas sobre la vida y experiencias, se complementan muy bien. Componen a dos personajes muy humanos, que nos permiten ponernos en sus zapatos y reflexionar sobre qué haríamos nosotros en su lugar, exponiendo a las protagonistas a tomar decisiones difíciles en circunstancias complejas, donde nada es blanco o negro.

Por otro lado, también existe un paralelismo entre el pasado y el presente/futuro de la historia, que se ahonda de manera interesante, donde se reviven viejas heridas para hablar sobre temas en común. Sin embargo, por momentos el traer los recuerdos a la actualidad se siente un poco forzado. Cuando estamos metidos en la trama de las dos mujeres, vuelve a aparecer de manera un poco abrupta.

Con respecto a los aspectos técnicos, la película es visualmente imponente. Cada cuadro está perfectamente pensado para generar sensaciones en el público y darle una estética particular a la historia. Durante todo el film predominan diversos colores, como el amarillo y el rojo, que se destacan tanto en la escenografía, como en el vestuario y la utilización de distintos objetos.

En síntesis, Pedro Almodóvar construye en «Madres Paralelas» un relato honesto que atrapa por el vínculo construido entre dos mujeres muy diferentes, donde la química, la tensión y la atracción se hacen presentes en todo momento. Buenas actuaciones del elenco, una utilización imponente de los colores y unos giros que, si bien algunos se pueden prever con anterioridad, le agregan impacto y sorpresa a la historia.