Madres paralelas

Crítica de Felipe Benedetti - Sin Intervalos

“MADRES PARALELAS”, el nuevo filme escrito y dirigido por Pedro Almodóvar, ya se estrenó en cines y estará disponible en Netflix a partir del 18 de febrero. Penélope Cruz y Milena Smith protagonizan una película que está a la altura de las expectativas.

Janis (Penélope Cruz) y Ana (Milena Smith) son dos madres solteras que se cruzan en la sala de parto, donde entablan una relación. Lo que en principio parecía una simple amistad entre dos mujeres con problemas similares, pronto se transformará en un drama con muchos secretos.

El filme presenta varios pilares que lo convierten en una obra firme. El guion es uno de ellos. Si hay algo que caracteriza a Almodóvar es lograr personajes interesantes con historias que llamen la atención y, a su vez, sean muy distintas a lo que estamos acostumbrados. Cada relato que hace es único y parece haber un esfuerzo para salirse de los clichés. “MADRES PARALELAS” es poco predecible desde el comienzo. Si bien entendemos la trama y todo lo que sucede, se hace difícil anticipar lo que contará la próxima escena. Es un guion extremadamente complejo que nos mantiene siempre expectantes. Sin embargo, sobre el final comienza a decaer un poco, intenta atar todos los cabos sueltos, pero queda la sensación de que la obra concluyó luego de su segundo acto. A pesar de esto, su conclusión nos deja un mensaje muy interesante y sujeto a interpretaciones.

La dirección tiene sus altibajos. Por momentos resulta muy cautivante y maneja a la perfección la extraña relación entre los protagonistas, pero en su última etapa se vuelve un poco más simple. A pesar de esto, no deja de ser una narración extremadamente atractiva que va revelando sus misterios de a poco. A esto se le suma una excelente dirección de arte. Los decorados presentan mucho detalle en todos los elementos que aparecen en pantalla. Junto con una paleta de colores que no solo destaca a los personajes, sino que cuenta sobre los mismos.

La actuación de Penélope Cruz es brillante. Es una artista que logra que todos sus diálogos parezcan espontáneos y a su vez, cuando está en silencio, cuenta con expresiones (Merecida nominación al Oscar). Milena Smith tenía un papel difícil. El papel de Ana es el de una madre menor de edad que pende de un hilo entre la madurez y la inmadurez. La actriz logra satisfactoriamente estos cambios y entiende la dualidad de su personaje.

Una obra increíble al igual que toda la filmografía de Almodóvar. Mantiene personajes extremadamente interesantes y genera tensión entre los mismos. Se nota una clara intención artística por los detalles, generando una obra que se puede analizar e interpretar desde muchos puntos de vista.

Por Felipe Benedetti